Contratado el proyecto para restaurar y hacer visitable la torre medieval de la Bombardera

La torre de la Bombardera, uno de los elementos más relevantes de la muralla medieval de Teruel, será reconstruida en 2018 para hacerla visitable. El torreón se incorporará así a la visita al muro defensivo de la ciudad, que arranca en la plaza de San Miguel y que actualmente se interrumpe en el torreón del Agua, el punto de entrada del acueducto de los Arcos al Centro Histórico.

El Ayuntamiento acaba de encargar al arquitecto José Ángel Gil la redacción del proyecto de restauración, que permitirá abrir al público un tramo de 50 metros de muralla, el comprendido entre las torres del Agua y de la Bombardera –ambas incluidas– y que engloba el paño levantado durante las Guerras Carlistas. Este lienzo acaba de ser restaurado, también bajo la dirección de Gil.

La restauración de la Bombardera y la apertura al público del tramo contiguo de muralla costarán en torno a 300.000 euros, según una primera estimación que deberá concretarse en el proyecto de obras. El Ayuntamiento confía en conseguir la financiación necesaria a través del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento, que ya costeó la recuperación del paño carlista.

José Ángel Gil trabaja actualmente en la redacción de la memoria que el Consistorio presentará antes del 17 de agosto ante Fomento para optar al 1,5% Cultural. El concejal delegado de Urbanismo, Juan Carlos Cruzado, señaló que la solicitud «encaja» en las bases de la convocatoria y se mostró confiado en conseguir la subvención necesaria para acometer las obras.

El proyecto estará terminado antes de acabar 2017 con la intención de iniciar su ejecución en 2018. La intervención permitirá completar la restauración de todo el tramo de muralla visible actualmente en el borde nororiental del Centro Histórico.

Una de las actuaciones incluidas es la eliminación de las viviendas adosadas a la parte posterior de torre de la Bombardera, de propiedad municipal y en estado ruinoso. Tras los derribos, se procederá a rebajar el nivel de la plaza para desenterrar la puerta de entrada original al torreón, descubierta durante la restauración del tramo carlista.

La apertura del portal de acceso a la Bombardera desde la plaza del mismo nombre permitirá abrir un recorrido por la fortificación que arrancará en la plaza de San Miguel y finalizará en la plaza de la Bombardera. Cruzado explicó que se configurará así un potente atractivo turístico que incluirá un tramo de muralla con tres torreones y vistas al acueducto del siglo XVI.

José Ángel Gil explicó que la reconstrucción de los forjados originales de la Bombardera permitirá subir hasta la altura de las almenas. Aclaró que al tratarse de una bestorre –abierta hacia el interior de la ciudad– el edificio no podrá utilizarse para llevar a cabo actividades culturales.

El informe arqueológico sobre la Bombardera, realizado por la empresa Carpetania Integra S. L. en el marco de la restauración de la muralla carlista, revela que, además de los niveles de ocupación de su época constructiva –entre los siglos XIV y XV–, se construyó un suelo en una etapa comprendida entre los siglos XVIII y XIX que está atravesado por una conducción de aguas. También se confirmó la presencia de cuatro oquedades abiertas en el muro durante las Guerras Carlistas para la defensa de la ciudad. Los huecos, probablemente destinados a piezas de artillería, ampliaron las aperturas de las aspilleras originales.

En los niveles superficiales del suelo de la torre aparecieron abundantes casquillos y munición de la Guerra Civil. Sin embargo, el elemento más relevante detectado fue la puerta de acceso original a la torre desde la ciudad, rematada por un arco apuntado de sillería. Los restos más antiguos de la muralla detectados en las obras corresponden a los siglos XII y XIII, cuando se levantó el primer muro defensivo.