El Ayuntamiento de Teruel pone en marcha las primeras medidas para reducir el consumo de agua en la ciudad ante el acusado descenso de las reservas del pantano del Arquillo, la principal fuente de abastecimiento, que está al 30% de su capacidad. El Consistorio lanzó ayer una campaña de sensibilización ciudadana con una serie de recomendaciones para ahorrar caudales y, además, reducirá la utilización de agua para la limpieza de calles tras recibir una recomendación de la empresa suministradora, Aguas de Teruel.

El objetivo municipal es contener el consumo ante la situación apurada del embalse que suministra a la ciudad, con 6,5 hectómetros cúbicos frente a los 21,3 de capacidad. El nivel se sitúa actualmente en el 39% de las cifra registrada hace solo un año, cuando tenía 16,6 hectómetros embalsados.

La fuerte sequía que padece la cuenca del Guadalaviar –en la que se engloba el pantano– ha reducido las entradas de agua en la presa. Durante el presente año hidrológico, la sierra de Albarracín ha sido la zona más seca de toda la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Una fuente de este organismo recordó que, al contrario que otras sequías anteriores en las que las áreas mediterráneas fueron las más castigadas, actualmente los problemas se centran en las cabeceras de los ríos al tratarse de una "sequía atlántica"–los frentes de lluvia procedentes del Atlántico llegan agotados–.

El concejal delegado de Medio Ambiente, Julio Esteban, presentó ayer la campaña para "concienciar a la ciudadanía" sobre la necesidad de un "uso eficiente del agua". El Ayuntamiento distribuirá 15.000 hojas informativas con consejos para rebajar el consumo: mantener el grifo cerrado al enjabonarse, cuidar el agua de las piscinas para evitar su sustitución, no usar mangueras para limpiar los coches, utilizar técnicas de bajo consumo de agua en el riego de jardines, tomar duchas en lugar de baños y colocar una botella llena de arena en el inodoro para recortar el volumen de las descargas.

Esteban hizo un "llamamiento al ahorro de agua" ante el "problema" que supone el bajo nivel del Arquillo, que se encuentra en el nivel más bajo del siglo XXI. El concejal añadió que también los servicios municipales restringirán el consumo de agua, incluidos los de parques y jardines y limpieza. Como primera medida, el baldeo de calles reducirá su frecuencia de las tres veces por semana que se lleva a cabo actualmente a una.

Desde la CHJ señalaron que el suministro de agua a la ciudad no corre peligro, pero apelaron a la "contención y mesura"en el consumo. Una portavoz de la CHJ añadió que se informó al Ayuntamiento "sobre la situación"del embalse pero no se dieron instrucciones para restringir el consumo. Señalaron que la adopción de medidas de ahorro corresponde al propio Consistorio.

Recordaron que a raíz de la extrema sequía de 1995 la CHJ construyó pozos en San Blas para el suministro alternativo, una solución que actualmente no se contempla. La misma fuente recordó que la última sequía se remonta a 2012, cuando el pantano se quedó en 2012 en 7,5 hectómetros cúbicos, cerca los actuales 6,5.

Por otro lado, el portavoz socialista en el Ayuntamiento, José Ramón Morro, denunció el bajo cumplimiento de los compromisos inversores de la empresa concesionaria del servicio de aguas, que solo ha ejecutado obras por valor de 960.000 euros frente a los 8,9 millones que debería haber invertido. Morro se preguntó si se han "reprogramado" las mejoras comprometidas o el incumplimiento se encamina hacia un "contencioso".