Los toros ensogados, el acto más genuino de las fiestas de la Vaquilla, se ha desarrollado esta tarde sin incidentes serios, poniendo punto final a los los tres días grandes de esta celebración turolense. Cuatro astados de la ganadería de Teodoro Adell, algunos de casi 600 kilos de peso, han recorrido la plaza del Torico y las calles adyacentes liberando la adrenalina de los aficionados a los encierros. El festejo se ha prolongado durante tres horas.

Los hombres y mujeres de la Soga y baga, como se conoce a los que se encargan de sujetar las cuerdas atadas a la testuz de los toros, estrenaban este año sogas bicolores: granates y blancas en representación de las tonalidades del escudo de Teruel.

Las peñas agotan sus últimas horas con conciertos destinados a un público más minoritario: El Drogas, antiguo cantante de Barricada, Green Valey, Boikot, los djs Raúl Platero y Jorge Tello o el tributo a Héroes del Silencio han sido algunas de las propuestas de estas organizaciones. La mañana de este lunes ha estado dedicada a la gastronomía, con el reparto de regañaos (tortas de arenques y jamón con pimientos), de jamón, y en las más sofisticadas, raciones de paella recién hecha en jardines y plazas.

A las doce de la noche, está previsto que se retire el pañuelo rojo que ha lucido el Torico durante los días grandes de las fiestas por parte de dos miembros de la peña Los que Faltaban. Es la señal para que los vaquilleros despidan las jornadas interminables de charangas, bailes y espectáculos taurinos y para que comience la cuenta atrás de cara a una nueva edición de la Vaquilla.