Una intensa tormenta desatada en la tarde de este martes sobre Teruel ha provocado deslizamientos de una ladera, el derribo de un muro y el levantamiento del pavimento de una calle, entre otras incidencias. Cuatro calles han quedado cortadas al tráfico rodado y los bomberos han llevado a cabo media docena de salidas para achicar agua de plantas bajas y negocios.

La incidencia más grave se ha registrado en la calle Cuevas del Siete, donde parte de un talud se ha derrumbado cortado la circulación de la calle Valparaíso, situada en una cota más baja. Afortunadamente, no se han producido daños personales, y el derrumbamiento no afecta a la estabilidad de ninguna casa habitada.

Un vecino de la calle Cuevas del Siete ha explicado que, antes de la tormenta, delante de su casa el pavimento ya presentaba una grieta de unos 20 centímetros de ancho que hacía temer la posibilidad de un derrumbamiento en caso de lluvias intensas, como las de esta tarde, con una precipitación de 32 litros por metro cuadrado, según la Agencia Estatal de Meteorología.

La cercana Cuesta de los Molinos está cortada porque el agua que corría por el pavimento ha levantado el asfalto en algunos puntos. En la calle Leocadio Brun, un murete se ha derrumbado como consecuencia de la tromba de agua y también ha cortado la circulación.

Un arquitecto del Ayuntamiento, Javier Badesa, ha visitado el derrumbamiento de Cuevas del Siete y ha señalado que, en principio, no corre peligro la estabilidad de ninguna casa. El oficial de la Policía Local Ángel Loras ha explicado que durante el resto de la jornada y hasta la madrugada se hará un seguimiento de la evolución de las casas cercanas al desprendimiento por si su situación empeora, aunque, de momento, no se prevé ningún desalojo.