La primera hipótesis sobre el origen del deslizamiento del cerro de Pui Pinos que el pasado 18 de abril arrasó un grupo de viviendas de Alcañiz apunta a una fuga de agua, según indicó ayer el vicepresidente segundo de la Diputación Provincial de Teruel (DPT), Luis Carlos Marquesán. Añadió que, en caso de que la filtración proceda de la red municipal, el Ayuntamiento dispone de un seguro de responsabilidad civil que podría cubrir parte de los destrozos.

El Ayuntamiento considera probable que alguna filtración o tubería rota provocara el deslizamiento. "El terreno estaba mojado cuando se desprendió el cerro y no había llovido así que algo tuvo que pasar", comentó el alcalde, Juan Carlos Gracia Suso. Por su parte, desde la empresa concesionaria del servicio de aguas, Aquara, aseguran haber comprobado que por la zona del derrumbe no transcurre ninguna red municipal de abastecimiento y saneamiento que ellos mantengan.

Sanear y consolidar la ladera de Pui Pinos costará en torno a 200.000 euros, según una primera estimación del Gabinete Geológico de la DPT. La valoración económica no incluye la reparación de las viviendas afectadas. El vicepresidente segundo de la institución provincial, Luis Carlos Marquesán, aclaró ayer que está por determinar cómo se repartirán los costes entre todas las administraciones implicadas: Gobierno central, DGA, DPT y Ayuntamiento.

Los técnicos del Consistorio elaboran un informe del coste de los daños, tanto en Pui Pinos como en las viviendas, a partir de las valoraciones de la dirección de obra. Una vez se conozca la suma total y el Gobierno Central haya declarado el cerro ‘zona catastrófica’, se convocará una mesa de trabajo con las administraciones implicadas. Este órgano gestionará las ayudas destinadas a las afecciones del derrumbe para que no se solapen y puedan ser complementarias. Se encargará de ver con qué prestaciones se cuenta, hasta dónde puede llegar cada institución y que no haya líneas de subvenciones destinadas a un mismo fin sino que se diversifiquen.

Por otro lado, ayer tuvo lugar una reunión entre la dirección de obra, el Consistorio, la Policía Local y los afectados. Los vecinos, que se constituyeron como asociación el pasado lunes, habían reclamado este tipo de encuentros para hacer un seguimiento del caso. La anterior reunión con la dirección de obra tuvo lugar hace casi dos semanas. También han entregado en el Ayuntamiento alcañizano una instancia para plantear sus necesidades. Piden saber cómo se actuará con los enseres de las viviendas afectadas y exigen más vigilancia en la zona trasera de las casas. El riesgo de derrumbe del talud ha disminuido y temen que puedan entrar ladrones.