Los turolenses llenan los parajes del entorno de la ciudad en el Martes de Pascua

La fiesta local, de raíces medievales, dejó desierta la capital. El parque de Fuentecerrada fue el más concurrido.

Grupos de amigos se ubicaron en largas filas de mesas.
Grupos de amigos se ubicaron en largas filas de mesas.
Jorge Escudero

La fiesta del Sermón de las Tortillas, que tradicionalmente, desde la Edad Media, se celebra en Teruel durante el Martes de Pascua, dejó este martes desierta la ciudad, con establecimientos comerciales y bares cerrados. Miles de turolenses llenaron los parajes más cercanos a la capital para disfrutar de un día de campo. Algunos se decantaron por lugares más alejados, como la laguna de Bezas, Tormón o zonas verdes de la Sierra de Albarracín.

El buen tiempo, con temperaturas agradables y sin rastro de lluvia, como en principio amenazaba, propició que la jornada se desarrollara sin contratiempos. La zona más concurrida fue, como cada año, el parque de Fuentecerrada, donde se reunieron familias y grupos de jóvenes durante todo el día para celebrar la festividad local con comidas campestres. Muchos tuvieron que acudir a primeras horas de la mañana para poder acceder a los fogones y las mesas, tan solicitados que sobre las once de la mañana era imposible localizar una infraestructura de pícnic libre. Los hubo, incluso, que durmieron en tiendas de campaña para no tener que madrugar.

Carlos, un joven veinteañero sofocado entre la humareda que desprendía la carne hecha a la brasa en uno de los fogones, aseguró que a las seis de la mañana cuando llegó a la zona con algunos de sus amigos "estaba ya casi todo reservado".

Fuentecerrada fue un ejemplo de multiculturalidad, con numerosos ciudadanos de otros países que se han adaptado a esta ancestral costumbre de salir masivamente al campo para poner el broche final a la Semana Santa.

De la tortilla que da nombre a la fiesta local prácticamente ya no queda nada en los menús campestres. En las mesas y fogones de las personas que disfrutaron del Martes de Pascua se podían ver platos muy elaborados, como el arroz de monte, con perdices, que pudieron degustar Isidoro y sus colegas. Reconocía que habían conseguido una mesa tras darse un buen madrugón. "Pero eso sí –puntualizaba–, esto nos ha permitido tomar huevos fritos trufados para almorzar". "Por la tarde –añadió–, y para merendar, no puede faltar la tortilla y la rosca para seguir con la tradición".

Multiculturalidad

A pocos metros, en una zona arbolada cubierta con un toldo y decorada con globos de colores, disfrutaban de la jornada Paola con su familia y compañeros. Aprovechaban el día festivo para celebrar el cumpleaños de un familiar. "Hemos podido coger este sitio tan bueno porque hemos venido a las cinco y media de la mañana", explicaba la mujer de origen colombiano. La carne asada a la brasa no faltó en el menú del grupo, aderezada con las notas exóticas de productos de su tierra, como la yuca, de carne blanca y jugosa que sirvieron de acompañamiento.

También incluyó Robert y su familia en su dieta un plato de su Rumanía natal, ‘mici’, compuesto por unos bastones de carne picada que asaron a la brasa. En la mesa, una tortilla de patatas fue su contribución a la fiesta local, de la que dijo ser un "enamorado". "Nos gusta mucho la festividad del Sermón de las Tortillas y venir a este sitio tan cercano a Teruel", señalaba Robert.

La zona de los fogones, el único espacio en el que se permite realizar fuego en el paraje natural de Fuentecerrada, registró una afluencia continua durante toda la mañana. Chuletas de cordero, carne de pollo y embutidos fueron las viandas favoritas de los improvisados cocineros. Algunos, no obstante, se decantaron por bocados más exquisitos, como el rosbif, una pieza de 4 kilos de peso, al que Carlos dedicó varias horas de asado. "Venimos todos los años y siempre con alimentos diferentes –indicaba–. El año pasado comimos un cochinillo".

La celebración tuvo un segundo escenario en la plaza de toros, donde Interpeñas organizó un festival músico-taurino desde primeras horas de la mañana, que se desarrolló sin incidentes. El concejal de Seguridad Ciudadana, Jesús Fuertes, señaló que la plantilla de guardia de la Policía Local se vio reforzada con la finalidad de poder incrementar la labor de vigilancia en los lugares más frecuentados por los turolenses. "Nuestra misión es informar de la necesidad de evitar coger el coche tras consumir alcohol", explicaba el edil. Indicó que se habían extremado los controles en las vías de acceso a la ciudad.

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