¿Qué es Abraza la Tierra, una asociación más contra la despoblación?

No es una asociación más. Es una fundación que trabaja con grupos de desarrollo rural. Ayudamos a la integración de quien quiere vivir en el medio rural y trae su autoempleo. No asignamos vivienda gratis, ni suelo, ni garantizamos un puesto de trabajo por cuenta ajena. No traemos gente por traer.

Pero otras asociaciones ya están ahí tratando de frenar la emigración: Serranía Celtibérica, organizaciones empresariales... ¿Cómo es la relación con todas ellas?

Sí, hay varias. Todas trabajamos en lo mismo. Debemos dar pasos uniformes y aglutinadores. No podemos ir 14 por 15 caminos. No obstante, nosotros ya trabajamos con todas ellas para que Teruel, Cuenca y Soria sean consideradas una zona del sur de Europa escasamente poblada. Hay que estar unidos.

¿Peligra la consecución de fondos europeos por despoblación al ir cada uno por un lado?

Sí, existe ese riesgo. Aunque, como digo, nosotros ponemos el acento en la acogida de pobladores emprendedores y para ello no necesitamos de ningún fondo. Nos financiamos con la aportación de los socios, que son los grupos Leader. Ahora bien, también recibimos apoyo de la Unión Europea con los Fondos de Desarrollo Rural para subvencionar a los emprendedores, y del Gobierno de Aragón.

¿Y hay emprendedores interesados en instalarse en la provincia de Teruel?

Ahora no tenemos ninguna petición concreta, pero puede llegar en cualquier momento. La gente solicita información a diario y al principio no preguntan por un pueblo en concreto sino que esperan que nosotros les orientemos.

¿Cuál es el perfil de estos nuevos pobladores de Teruel?

Buscan un pueblo tranquilo que tenga internet. Son personas cansadas de vivir en la ciudad que quieren estar cerca de la naturaleza y empezar una nueva vida. Nosotros les asesoramos y los integramos. No se lo damos todo hecho, deben tener una iniciativa o un proyecto propio.

¿No comparte el sistema de muchos ayuntamientos que en los últimos años han dado empleo y casa a familias con niños para mantener abierto el colegio?

Eso ha fallado. He sido alcalde de Alcalá de la Selva durante varias legislaturas. En una ocasión llegó a haber en la localidad 97 personas llegadas de otros sitios. Había mucho trabajo y actividad e iban y venían sin parar. Pero creo que, al final, todos quieren vivir en una gran ciudad, donde poder pasear por grandes avenidas y ver escaparates. Si no tienen una empresa propia, cuando encuentran un puesto de trabajo en una ciudad mayor, emigran.

Y siempre hay más oportunidades en la ciudad.

¡Claro! La gente tiende a vivir en Madrid, Barcelona o Valencia. Por eso, es más positivo que acuda al medio rural quien tenga voluntad de vivir en un pueblo y con su propia actividad. Si vienen sin ningún medio de vida para ser contratados por el Ayuntamiento, a los tres meses se van.

¿Tienen alguna idea para dar la vuelta a la corriente migratoria pueblo-ciudad?

Complicado. Es difícil que los pueblos vuelvan a tener la población de antes, pero si podemos integrar a algunas familias y mantener vivos los pueblos, habremos hecho mucho. Lograr que la gente no se vaya de los pequeños municipios es casi más importante que traer nuevos pobladores.

¿Dónde radica el problema?

No hay una política que prime el desarrollo de los pueblos. Nos han dejado aislados, sin inversiones para generar empleo. Sin empleo no hay población y sin ella los servicios desaparecen. Con ese panorama, nadie quiere vivir en una pequeña localidad. Sin comunicaciones, sanidad o educación, la gente se va.

Abraza la Tierra aglutina a varias zonas de Castilla-La Mancha, Castilla-León y Aragón. ¿Teruel está peor que otros territorios?

Sí, bastante peor. Y mientras herramientas de financiación oficial como el Fondo de Inversiones de Teruel, el FITE, que viene de las Administraciones central y autonómica, se empleen para rehabilitar edificios públicos, como el Palacio de Justicia de la capital, en lugar de crear empleo, mal nos irá. El FITE debe ser para reequilibrar el territorio, no para hacer obras ordinarias.

¿Qué posibilidades de futuro tienen los pobladores a los que acompañan en su integración?

Muchas. Ahora, con internet, desde casa uno puede montar su propio negocio. Una pequeña industria de perfumes, de transformación de alimentos u otras posibilidades. No se requiere una gran infraestructura ni grandes inversiones y se pueden crear dos o tres empleos que son muy necesarios en el pueblo.