Catorce pueblos de Teruel y Valencia retoman las protestas para exigir mejoras en la N-330

Estudian cortar la carretera si no son recibidos por Fomento pronto. Han reunido cerca de 7.000 firmas de apoyo.

Los alcaldes de la Ribera del Turia recogieron en la plaza del Torico más de 600 firmas de apoyo.
Los alcaldes de la Ribera del Turia recogieron en la plaza del Torico más de 600 firmas de apoyo.
Jorge Escudero

Catorce municipios de Teruel y Valencia situados en la ribera del Turia y recorridos por la N-330 han reanudado las movilizaciones para exigir la mejora de los 37 kilómetros de esta carretera que unen la capital turolense y Castielfabib –en el enclave valenciano del Rincón de Ademuz–, en muy mal estado pese a contar con un proyecto de mejora desde 1997. Los Ayuntamientos iniciaron ya una campaña de protestas en mayo de 2016, pero quedó en punto muerto ante la provisionalidad del Gobierno central –titular de esa vía de comunicación– resultante de las elecciones del 26-J de ese mismo año, una situación que se prolongó hasta hace cuatro meses.

Alcaldes de estos municipios llevaron a cabo ayer en la plaza del Torico de Teruel una recogida de firmas con la que consiguieron más de 600 apoyos a su reivindicación. Las rúbricas se suman a otras 6.000 que han logrado en los últimos meses a través de internet y del reparto de hojas para estampar la firma en comercios y establecimientos hosteleros de la zona.

Su objetivo inmediato es conseguir un encuentro con representantes del Ministerio de Fomento en el que poder exponer la precaria situación de la N-330 y reclamar su mejora. De no ser atendida esta demanda, los Ayuntamientos no descartan poner en marcha actuaciones de mayor calado. "Esperaremos una respuesta durante unos meses. No queremos cortar la carretera o salir con los tractores por la Nacional, pero si no nos escuchan, y siempre como último recurso, estamos dispuestos a adoptar medidas de presión", manifestó David Álvaro, alcalde de El Cuervo.

"Línea continua por todo"

Otro alcalde, Sebastián Alegre, de Tramacastiel, denunció que recorrer en coche esos 37 kilómetros cuesta tres cuartos de hora. "Hay línea continua prácticamente en todo el recorrido y no se puede adelantar a los camiones. El trazado es antiguo, lleno de curvas y sin arcenes, por lo que resulta muy peligroso", dijo Alegre. El regidor explicó que, muchas veces, los transportistas se ven obligados a salir de la carretera y parar para dejar pasar "a la larga cola de 15 o 20 turismos que se forma tras ellos".

El estudio de mejora de la N-330 de Teruel a Castielfabib quedó aparcado ante la idea de convertir este tramo en parte de la autovía A-40, que unirá el sur de Castilla-León con Castilla-La Mancha y Aragón sin tener que pasar por Madrid. Sin embargo, el proyecto se descartó tras la declaración de impacto ambiental negativa. Los pueblos reclaman que, ante esta situación de bloqueo, sea modernizada la carretera sin perjuicio de que en un futuro se retome el propósito de la autovía A-40.

"Sabemos que no hay dinero, pero no podemos quedarnos parados. Los pueblos de la Ribera del Turia estamos abandonados. Con voluntad, se pueden mejorar muchas cosas, empezando por hacer un nuevo estudio de las modificaciones que precisa la carretera, algo que no requiere muchos recursos económicos", defendió David Álvaro.

Los alcaldes recordaron que la N-330 registra mucho tráfico pesado y que existen travesías urbanas, como la de Libros, por las que no pueden pasar dos camiones a la vez ante la estrechez de la vía. "Cuando dos trailers coinciden, uno ha de parar para dejar pasar al otro", destacó Sebastián Alegre.

Los alcaldes de la Ribera del Turia explicaron que "todo se dinamizaría con unas buenas comunicaciones". "Es imposible progresar con una carretera que no tiene arcenes y que supone un peligro para el tráfico", indicaron.

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