Una boda medieval llena de emoción a un público entregado

La primera escenificación de ayer se convirtió en un acto multitudinario, con la plaza de la catedral abarrotada. Música de gaitas, canciones y una exhibición de halcones arroparon una escena repleta de vistosidad.

La escena principal de ayer recreó la boda de Isabel de Segura con Pedro de Azagra, el señor de Albarracín.
La escena principal de ayer recreó la boda de Isabel de Segura con Pedro de Azagra, el señor de Albarracín.
Antonio García/bykofoto

La escena que relata la boda de Isabel de Segura con el señor de Azagra –el tercero en discordia del triángulo amoroso que protagoniza la leyenda de los Amantes de Teruel– tuvo ayer un gran poder de convocatoria. La promoción de esta recreación histórica que se ha intensificado con el 800 aniversario de la leyenda ha surtido efecto, pero también la buena climatología, con temperaturas suaves y mañanas y tardes soleadas que invitaron a turolenses y visitantes a salir de casa y llenar bares y restaurantes.

Todo ello contribuyó a que la boda medieval de Isabel, que da nombre a la recreación histórica turolense, se convirtiera ayer en un acontecimiento multitudinario, con la plaza de la Catedral y las calles adyacentes repletas de personas que no quisieron perderse las desventuras de la joven protagonista.

A ritmo de gaitas y precedidos por una corte de templarios y hospitalarios, los personajes centrales de la escenografía se dirigieron al atrio de la catedral a lomos de caballos. Los monjes de la abadía de San Arnoldo acompañaron a la comitiva con varios mulos cargados de barricas de cerveza.

El montaje de ayer, que se caracterizó por su austeridad, con un decorado minimalista y menos recursos efectistas que otras ediciones, no estuvo exento, sin embargo, de emoción. El tono triste y apagado de Marta Gómez, la actriz que encarna a Isabel de Segura, predominó en una escena con la que se quiso transmitir al público el rechazo de la joven a desposarse con el señor de Azagra.

Sorprendente el vestido de seda de Tailandia y la espectacular capa de terciopelo de Italia de más 13 metros de tela que lució la joven Marta. Confeccionado en el taller de alta costura de Rosa y María Blasco en Valencia, ha sido un regalo de la primera a su ciudad natal.

Uno de los momentos que más estupor causó al público fue cuando la protagonista, en un arranque de dudas, abandonó la ceremonia del atrio de la catedral dejando plantado al novio, para adentrarse entre la multitud. "¿Dónde va?", se preguntaba una pareja, a la que Marta Gómez rozó con su vestido. La joven, que representó a una Isabel llena de incertidumbre, regresó al escenario para proseguir la ceremonia.

También generó asombro el vuelo de un halcón en cuyas garras portaba una bolsa con las arras de la boda. El ave, asustada por los susurros del público, no cumplió su cometido, y en lugar de posarse en el brazo de su halconero, fue a descansar sobre una farola de la que pendía un estandarte. Tras unos minutos de vacilación, el pájaro al final descendió hasta el brazo de su adiestrador.

El punto cómico corrió a cargo de un grupo de juglares que, con sus canciones y rimas burlescas, lograron amenizar la representación.

A lo largo de toda la tarde se escenificaron numerosos episodios en distintos escenarios de la ciudad que reflejaron el modo de vida y las costumbres de una villa del siglo XIII. Entre las más novedosas figuró el montaje de juicios rápidos siguiendo los dictámenes del Fuero de Teruel, uno de los más avanzados de la época. El desfile por las calles de Teruel de los 150 grupos que recrean los gremios, las familias importantes y las órdenes militares que componían la sociedad medieval fue uno de los actos más vistos de la tarde.

Premios Tirwal

La Curia de los Alcaldes del Concejo, los Tejedores, los Frailes de Santa María de la Selva Mayor y la Familia Najarín protagonizaron las mejores recreaciones de época de las Bodas de Isabel de 2016, según la Federación de Grupos de las Bodas de Isabel, que entregó los premios Defensor de Tirwal. Además, la agrupación de los grupos amantistas, reconoció con un Tirwal de honor a la Fundación Amantes, gestora del Mausoleo que guarda las momias de Isabel de Segura y Diego de Marcilla.

La Federación reunió a representantes institucionales y de las jaimas en el Banco de España para proceder a la entrega de sus premios anuales. El portavoz de los Tejedores reconoció que su propósito al poner en marcha la recreación de este gremio medieval fue "pasarlo bien", aunque también quieren "defender el patrimonio de la ciudad". Los galardonados se mostraron agradecidos y orgullosos de colaborar en la fiesta que ha convertido a los Amantes, en un reclamo turístico de proyección estatal.

Durante la ceremonia, el presidente de la Federación de Grupos, Joaquín Meléndez, anunció la edición de una ambiciosa publicación que recreará la sociedad turolense del siglo XIII a partir del trabajo de los colectivos recreacionistas.

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