Los gigantes de Teruel renuevan sus abalorios

La diseñadora de joyas turolense Teresa Fabregat ha presentado su colección exclusiva para gigantes.

Teresa Fabregat ha aportado su trabajo de forma desinteresada.
Los gigantes de Teruel renuevan sus abalorios
L.R.

La diseñadora de joyas turolense Teresa Fabregat acaba de presentar su colección exclusiva para gigantes, en concreto para los que forman parte de la comparsa de Teruel, que renuevan en 2017 sus complementos personales. Collares de latón, perlas con pelotas de ping-pong, colgantes de cadena de lavabo y otras piezas fabricadas con materiales de reciclado cobran brillo para realzar el porte de los colosos de cartón piedra en su próxima aparición tras su completa restauración.

Fabregat, que aporta su trabajo de forma desinteresada, trabaja ahora en el diseño de las joyas que lucirán los nuevos gigantes que se sumarán a la comparsa con motivo del 800 aniversario de los Amantes, las figuras de Isabel y Diego que se presentarán el próximo 2 de abril en un bautizo por todo lo alto. La joyera se ha mostrado ilusionada con el proyecto, en el que ha invertido quince días de trabajo “a tope”. Adelanta que todavía le quedan otras dos semanas de labor para completar los superabalorios de la comparsa.

Entre las materias primas utilizadas en la orfebrería para gigantes, figuran ceniceros de latón, pelotas de goma y de ping-pong, lámparas viejas, resinas y tejidos de algodón. El principal proveedor ha sido el mercado del Rastro de Madrid. La autora ha recurrido al reciclado como principal solución para conseguir los materiales adecuados a buen precio. Todo se ha mejorado y lustrado con esmaltes y capas de purpurina. Teresa Fabregat asegura que ha aprendido mucho al trabajar con sus clientes de talla descomunal.

Las primeras piezas en salir del taller son el toisón del rey, los pendientes y collares de las reinas blanca y negra y de la gitana y el broche del rey moro. Faltan los pendientes y anillos de Isabel y las joyas (pocas) que exhibirá el gigante Diego. La alcaldesa, Emma Buj, agradeció la profesionalidad y el cariño desplegados por la joyera desinteresadamente.

La orfebre se declara una entusiasta seguidora de los gigantes, porque siempre que pasan por delante de su tienda bailando al ritmo de las dulzainas anuncian que “algo bueno va a pasar”. Tener en sus manos la confección de los adornos que dan el toque de distinción a los colosos ha sido “como jugar a las muñeras, pero a la grande”.

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