Calamocha recuperará la ribera con métodos de bioingeniería

El sistema utiliza materiales naturales y reproduce técnicas tradicionales de los agricultores.

La ribera que será objeto de intervención –a la derecha de la foto– ha perdido parte de su volumen.
Calamocha recuperará la ribera con métodos de bioingeniería
E. B.

El Ayuntamiento de Calamocha ha dado los primeros pasos para acometer un plan piloto de restauración de un tramo de la ribera del Jiloca a su paso por el casco urbano que presenta un grave estado de deterioro y que está afectando a la estabilidad de un camino vecinal que discurre paralelo al río. Temen que los desprendimientos que sufre el talud acaben por derribarlo y ocasionen la destrucción de esta vía que conduce a una de las zonas habitadas de la localidad.

Para llevar a cabo este proyecto, que previamente deberá ser aprobado por la Confederación Hidrográfica del Ebro y obtener el visto bueno del pleno municipal, el Ayuntamiento se ha inclinado por una técnica de bioingeniería denominada ‘muro Krainer’. Consiste en reproducir los métodos tradicionales usados por los agricultores durante siglos para la contención de las aguas, pero ya abandonados por la proliferación de estructuras más rápidas de ejecutar pero más agresivas con el medio natural.

La Fundación San Roque, una entidad dependiente del Ayuntamiento que aglutina a las asociaciones culturales y colectivos sociales más importantes del pueblo, ha planteado a la Corporación Municipal este sistema por entender que es el "menos intervencionista" de los desarrollados en la actualidad, según manifestó Emilio Benedicto, coordinador de proyectos de la citada organización. "Nos hemos inclinado por esta propuesta porque afecta a parajes de mucha naturaleza", afirmaba. Según explicó, se trata de una escollera natural basada en un entramado de maderas a modo de aterrazamientos sobre las cuales se depositará tierra vegetal y se plantarán árboles. "Al final –resumía–, cuando las maderas comiencen a descomponerse, los árboles habrán adquirido el porte suficiente para que las raíces sujeten el talud".

La actuación repercutirá en principio en un tramo de 50 metros de longitud, pero, en función de los resultados, se podría extender a otras áreas de la ribera del Jiloca. Benedicto dijo que la experiencia de este tipo de intervenciones realizadas, sobre todo, en el Norte de España, demuestran que son  "tan resistentes como las escolleras de hormigón, que se usan más frecuentemente".

Esta será la primera vez que se utiliza en la comarca del Jiloca un método natural y nada agresivo para la recuperación de las riberas. El sistema cuenta, sin embargo, con mucha aceptación en el Norte de España, debido, según dijo Emilio Benedicto, a su climatología, que permite la restauración de las márgenes del río en pocos años. "Allí –aseguraba– en cuatro o cinco años los árboles han crecido lo suficiente para adquirir la fortaleza necesaria que permita estabilizar el talud". "Sin embargo –continuó–, en nuestra comarca el crecimiento de las plantas puede tardar tres veces más debido a nuestros duros inviernos".

El Ayuntamiento pretende buscar financiación externa para poder acometer el proyecto, una vez obtenga el visto bueno en el pleno municipal.

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