Cáritas y la Plataforma de Afectados por Hipotecas (PAH) denuncian que el albergue municipal de transeúntes de Teruel está infrautilizado pese a que hay personas sin techo que no saben dónde pasar la noche y acaban durmiendo en un cajero o en un portal. El centro, con 10 plazas y cuya gestión se adjudicó por una cantidad fija –156.000 euros al año– a una empresa particular, presenta un nivel medio de ocupación inferior al 30%.

Desde la PAH estiman que el reglamento del albergue, que solo permite pernoctar una vez cada 4 meses salvo excepciones, es muy estricto. Gonzalo Ruiz, miembro de esta plataforma y exconcejal de Teruel, relata que el pasado mes de diciembre una pareja de origen rumano tuvo que dormir 3 noches en la puerta de la iglesia de San Pedro –a 20 metros del albergue– al haber hecho uso ya del centro municipal en 4 ocasiones. "Esos días no había más de 3 personas en el albergue; es una situación vergonzosa", aseguró Ruiz.

El concejal de Servicios Sociales, Joaquín Tomás, señaló que, si bien la normativa limita el uso a una noche cada 4 meses, "en la práctica, nadie que necesite y quiera dormir en el centro se queda en la calle, aunque repita". El edil explicó que los Servicios Sociales valoran cada caso analizando la situación del usuario y subrayó que el Ayuntamiento tiene incluso un acuerdo con establecimientos hosteleros de la ciudad para acoger transeúntes desde el 15 de noviembre al 15 de marzo –cuando más frío hace– en caso de que las 10 plazas estén ocupadas.

Sin embargo, el director de Cáritas, Juan Marco, reclamó "que se corrija y actualice" la normativa de uso del albergue. "No podemos dejar las cosas en manos de la buena voluntad de las personas; todo debe estar recogido por escrito en el reglamento", dijo. Marco recordó haber hablado con transeúntes "que no han podido dormir dos días seguidos en el albergue, y ello habiendo al menos cuatro camas vacías".

Ante esta situación, el Ayuntamiento está estudiando la modificación del reglamento del centro. De hecho, acaba de enviar al Gobierno aragonés para su aprobación un borrador que contempla que los transeúntes puedan dormir en el albergue una noche cada tres meses –un día más al año que con la anterior normativa– con derecho a repetir siempre que haya camas libres, si bien previo informe de los Servicios Sociales "para que no haya casos en los que una misma persona lleve durmiendo 20 ó 25 días", dice Tomás. Además, los 10 días que permanecía cerrado durante las fiestas de la Vaquilla, se reducen a 7.

Un centro cinco estrellas

El albergue, con cinco habitaciones dobles, dos baños y comedor e instalado en un céntrico edificio histórico restaurado y con ascensor, está considerado por los usuarios como uno de los mejores del país, según explican los responsables del centro. "Los clientes nos cuentan que, en otros sitios, duermen en barracones colectivos y casi siempre el centro se encuentra en la periferia". Las mismas fuentes resaltaron que "todo el que quiere dormir en el albergue y cumple las pautas de convivencia e higiene, tiene la puerta abierta".