Inquietud en el barrio Jorgito por la reiterada presencia de reses bravas junto al casco urbano

Los animales pastan a menos de 50 metros de este núcleo de la capital. El ganadero afirma que no hay ningún peligro.

Las reses bravas, con un vigilante a caballo, pastan cerca de las últimas casas del barrio de Jorgito.
Inquietud en el barrio Jorgito por la reiterada presencia de reses bravas junto al casco urbano
Juan Carlos Navarro

Vecinos del barrio de Jorgito de Teruel manifiestan su preocupación por la repetida presencia de un rebaño de varias decenas de reses bravas pastando a las puertas del casco urbano. Los habitantes de esta zona de las afueras de la capital turolense han trasladado su inquietud a la Policía Local con reiteradas llamadas de alerta, la última de ellas el pasado viernes, cuando los animales pastaban en la rambla que atraviesa el barrio, acondicionada como zona de paseo.


Un vecino explicó que algunos turolenses que tienen en el Jorgito una segunda residencia "no salen de casa" mientras ocupan el chalé por miedo a tropezarse con las vacas que frecuentan las afueras del barrio. La misma fuente añadió que el problema se repite "un día tras otro" y la incómoda compañía de los astados se puede dar "de día o de noche". "Sales a pasear y, de repente, te encuentras a un montón de toros", concluyó este residente, molesto por la inquietante cercanía de las vacas.


La rambla de San Abdón y San Senén, que cruza el barrio de Jorgito y es frecuentada por las reses de lidia, incluye la fuente de la Salud y un merendero acondicionado para su aprovechamiento como lugar de paseo o esparcimiento, unos usos que tropiezan con la frecuente aparición de los animales.


El concejal delegado de la Policía Local, Jesús Fuertes, explicó que el propietario del rebaño que merodea por el Jorgito tiene la preceptiva licencia de actividad y puede pastar en la rambla de Jorgito, que está catalogada como cañada real, siempre que los animales estén supervisados por el pastor. Reconoció, no obstante, que "choca" la presencia de reses de lidia junto a un núcleo habitado.


Fuertes indicó que la Policía Local recibe "reiteradas" llamadas de vecinos que denuncian la presencia de los animales en las inmediaciones del casco urbano. Señaló que los policías acuden al lugar para comprobar que el rebaño está vigilado por el pastor y sus perros. El concejal señaló, no obstante, que el Gobierno de Aragón es la administración competente en cuestiones ganaderas y de medio ambiente.


El ganadero Evaristo López, titular de una explotación cercana a Jorgito, afirmó que la presencia de sus animales cerca del caserío no comporta "ningún riesgo" para la población, aunque reconoció que existe malestar vecinal. El pastor explicó que utiliza el pasto contiguo a la cañada real desde hace 15 años sin que se haya registrado ningún incidente con la población.


Añadió que el ganado siempre se desplaza vigilado por un ganadero auxiliado por perros. Explicó que la semana pasada se acercó varios días a pastar junto al casco urbano porque "no hay pasto" en los lugares habituales de pastoreo. Aclaró, no obstante, que procura "no molestar a nadie".


El empresario ganadero recalcó que no hace "nada ilegal", porque puede pastar junto a la cañada real. Además, defendió su labor en la prevención de incendios forestales y como mantenedor de la vía pecuaria en buen estado de conservación.

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