Unos 7.000 vecinos de más de 40 núcleos de población –entre municipios y pedanías– de la comarca del Jiloca podrían quedarse desde el próximo 1 de enero sin el único medio de transporte público con que cuentan. La institución comarcal ha decidido no financiar a partir de esa fecha las 6 líneas de autobuses y taxis que comunican estos pueblos con las dos cabeceras del territorio, Monreal del Campo y Calamocha –donde están los centros de salud y los comercios– lo que supondrá, sin remedio, la supresión del servicio, al no resultar rentable desde la iniciativa privada.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría en los núcleos afectados, donde los vecinos de más edad consideran que este transporte es vital para quien no dispone de coche propio. Los alcaldes, por su parte, reclaman el mantenimiento del servicio para evitar que se acelere aún más el proceso de despoblación que el Jiloca padece desde hace décadas. Ante la gravedad de la situación, el consejero de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, tiene previsto reunirse hoy en Zaragoza con representantes de los ayuntamientos en busca de una solución.

"Que miren más por la gente"

"En lugar de ayudarnos, las Administraciones nos dejan cada vez más aislados", protestó ayer el alcalde de Peracense, Manuel Bugeda, en cuyo municipio, dos veces por semana, un autobús acerca mañana y tarde a los vecinos hasta Monreal del Campo. "Deberían mirar más por la gente y menos por el dinero –continuó–. Y si no, nos vamos todos y que se muera el mundo rural".

El alcalde de Bueña, Sergio Ibáñez, explicó que el taxi de 8 plazas que cada jueves a las 8.00 sale de la localidad hacia Monreal del Campo es muy utilizado por los vecinos más ancianos. "Hay veces que se llena e incluso faltan plazas y el chófer tiene que hacer dos viajes", destacó. "Es el único medio que tiene la gente mayor del pueblo para ir a hacerse análisis al centro de salud de Monreal del Campo. Esta es una muy mala noticia", añadió.

El presidente de la Comarca del Jiloca, José Antonio Ramo, culpó de la eliminación de las líneas de transporte al "recorte" en la financiación por parte del Gobierno aragonés que han sufrido las comarcas. Ramo detalló que el Jiloca ha dejado de recibir este año 270.000 euros, lo que, según dijo, imposibilita a la institución para seguir aportando los 40.000 euros que cuestan prácticamente –salvo la aportación de los usuarios por el billete– las 6 líneas de buses y taxis. "No es competencia de las comarcas mantener el transporte –se justificó–, también pueden hacerlo ayuntamientos o DGA".

Ramo alertó de que los otros 230.000 euros no aportados a la Comarca por la DGA repercutirán negativamente en asociaciones culturales y deportivas y entidades organizadoras de ferias, que dejarán de recibir, a su vez, ayudas comarcales. "Esas asociaciones organizan multitud de actividades que atraen población en invierno y en verano", explicó. "Todos salimos perdiendo con este recorte", agregó. Para el presidente del Jiloca, "las comarcas son necesarias y, sin embargo, les están quitando competencias".

Uno de los empresarios que presta el servicio de transporte en la zona, Juan Francisco Jiménez, advirtió de que los autobuses no funcionarán sin subvención. "No somos una oenegé; somos una empresa y necesitamos ingresos", dijo.

Tres rutas unen Monreal con Peracense, Blancas, Ojos Negros, Ródenas, Villar del Salz, Rubielos de la Cérida, Bueña y Villalba. Otros tres recorridos comunican Calamocha con Bello, Odón, Tornos, Torralba, Monforte, Mezquita, Loscos, Nogueras, Santa Cruz, Bádenas, Lanzuela, Cucalón, Villahermosa, Valverde y Collados. A estos municipios se suman más de 10 pedanías distribuidas por los distintos trayectos.