Los trasbordos en bus por las obras en la vía de tren entre Sarrión y Mora irritan a los viajeros

La conexión ferroviaria directa de Zaragoza a Valencia estará cortada hasta el próximo 2 de diciembre.

Decenas de viajeros subían ayer al tren en Sarrión tras salvar el tramo en obras en autobús.
Los trasbordos en bus por las obras en la vía de tren entre Sarrión y Mora irritan a los viajeros
A. García /Bykofoto

El enfado y la exasperación reinaban ayer entre los viajeros de la línea férrea Zaragoza-Teruel-Valencia, afectada hasta el próximo 2 de diciembre por un corte entre Sarrión y Mora de Rubielos debido a las obras de reparación que lleva a cabo el Adif. La situación obliga a los pasajeros, cargados con sus maletas, a bajar del tren y subir a un autobús puesto por Renfe para salvar por carretera este tramo de seis kilómetros.


"Lo que hacen con esta línea no tiene nombre", denunció una viajera, Lucía Arnal, que llegó en autobús a Sarrión junto con otras 41 personas y subió al tren en dirección a Zaragoza. Otro pasajero, Ricardo Barrul, que hacía el trayecto inverso acompañado de 21 personas más, opinó que los trasbordos "son un engorro y una porquería". "Nadie entiende –continuó este hombre– que dos ciudades como Zaragoza y Valencia estén tan mal comunicadas por tren". El convoy procedente de Zaragoza llegó a Sarrión con 19 minutos de retraso.


Es la tercera vez en cuatro meses que la conexión directa entre Zaragoza –quinta capital española– y Valencia –tercera– se corta por obras. En las otras dos ocasiones –en julio y septiembre de este año– ni siquiera los trabajos eran en beneficio de la línea, pues se trataba de una actuación en la estación de Sagunto (Valencia) para llevar el AVE a Castellón.

"Esto es un rollo"

Una joven, Blanca, opinó que el viaje resulta "un rollo" si hay que cambiar de medio de transporte, mientras que otra mujer, Jacinta Camela, reivindicó que la vía "se arregle por completo, porque lo necesita". Otro pasajero, Antonio Gómez, se mostró resignado ante el trasbordo al estar motivado "por unas obras que mejorarán el servicio". No obstante, este hombre, que regresaba a Pamplona desde Valencia, reivindicó un tren "más ágil y con más servicios", pues el actual está condicionado por muchas paradas y limitaciones de velocidad y no tiene restaurante. "Usaríamos más esta línea si estuviera mejor", resaltó.


Los trabajos entre Sarrión y Mora de Rubielos consisten en levantar la superestructura para tratar la plataforma y rebajar la rasante de la vía. Además, se consolidan los terraplenes, cuyo mal estado provoca que en 3 kilómetros haya 4 limitaciones de velocidad. Tres de ellas obligan a los trenes a circular a 20 kilómetros por hora y la otra, a 30 kilómetros por hora. Pese a las molestias ocasionadas a los viajeros, estas obras no permitirán eliminar las limitaciones de velocidad.

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