El nuevo obispo, procedente de Palencia, se muestra muy sensibilizado con la despoblación

Antonio Gómez recuerda que Castilla y León sufre regresión demográfica y apela a la "creatividad" para atajarla. El próximo 21 de enero tomará posesión con una misa en la catedral.

El obispo Antonio Gómez, en la biblioteca de su casa en Palencia.
El nuevo obispo, procedente de Palencia, se muestra muy sensibilizado con la despoblación
D. P

El vicario general de Palencia, Antonio Gómez Cantero, acaba de ser nombrado obispo de Teruel y Albarracín por el Vaticano en sustitución de Carlos Escribano, que, desde el pasado 25 de junio, dirige la diócesis de Logroño. Gómez Cantero nació en Quijas (Cantabria) hace 60 años, aunque ha desarrollado la práctica totalidad de su carrera eclesiástica en Palencia, una provincia que, al igual que Teruel, sufre graves problemas de despoblación y envejecimiento.


El nuevo obispo tomará posesión en una ceremonia que se oficiará en la catedral de Teruel el 21 de enero a las 12.00. En una carta que ayer dirigió a sus nuevos feligreses, hace referencia a la emigración que ha condicionado la demografía turolense y que aboca a la provincia a la desertización. "He pensado en todos los que habéis tenido que salir de vuestra tierra para mejorar la vida", dice en su "saludo" a la diócesis.


Antonio Gómez Cantero explicó que su comunidad de residencia, Castilla y León, padece también "un grave problema de despoblación". Palencia en concreto presenta una baja demografía que ronda los 21 habitantes por kilómetro cuadrado, entre las más bajas del país pero más del doble que la de Teruel, de 9,2.


Gómez Cantero admitió que no tiene recetas para afrontar esta lacra de la España interior. "No sé como se puede solventar este problema porque es improbable que se asienten en estos territorios grandes industrias", reconoció. Tras corroborar que el desafío demográfico es "difícil de afrontar", instó a "los políticos" a ser "creativos" para encararlo.


Recordó otro vínculo entre las provincias de Teruel y Palencia: el obispo Anselmo Polanco, que fue titular de la diócesis turolense durante la Guerra Civil y murió en los compases finales de la contienda, había nacido en Buenavista de Valdavía (Palencia).


Admitió que no conoce la provincia, pero aclaró que desde que confirmó su nombramiento como obispo se ha empapado de toda la información a la que puede acceder a través de internet. Sus principales referencias directas proceden de cortas estancias "como turista", la más reciente de ellas un viaje a Albarracín. Visitó la catedral y el Museo Diocesano de la localidad, a los que describió como "una joya". Tras tomar posesión como obispo, su primer desplazamiento será, precisamente, a Albarracín para oficiar una misa en el templo catedralicio el día 22 de enero.


Indicó que, hace algunos años, también pasó por la capital turolense cuando hacía el viaje de regreso desde Nules (Castellón), donde suplió a un sacerdote durante el verano 17 años seguidos. Paraba en Teruel para visitar la plaza del Torico, el mausoleo de los Amantes y la catedral. "Además –recordó–, aprovechaba para comprar un jamón".


Durante su comparecencia de ayer ante los medios de comunicación para despedirse de la Diócesis, se mostró agradecido a la sociedad palentina y se declaró "enamorado" de Palencia, donde ha residido casi ininterrumpidamente desde los 17 años. Se definió como una persona "creativa, positiva y callada", lo que le hace parecer "tímido". Aunque reconoció que le "abruma" el peso de la responsabilidad que le aguarda en Teruel, dijo no tener miedo ante este desafío.


Antonio Gómez Cantero fue ordenado sacerdote en 1981 en Carrión de los Condes (Palencia) y, entre otras responsabilidades, ha sido rector del Seminario Mayor de Palencia, vicario general y administrador diocesano. Entre 1992 y 1995 fue consejero de Acción Católica de Niños en París.

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