Cien años después de su nacimiento, la ciudad de Teruel rindió ayer homenaje a uno de sus hijos ilustres con más proyección nacional e internacional, el ingeniero José Torán Peláez. Considerado por sus colegas como un visionario de la gestión de los recursos hidráulicos, construyó presas de embalses en Guadalajara y Jaén y trabajó en la regulación, en los años 60, de la cuenca del Tigris en Irak, el territorio mesopotámico donde la tradición bíblica sitúa la historia del Arca de Noé.

"Evitó otro Diluvio Universal", dice el ingeniero turolense Jesús Iranzo –autor a su vez, entre otras destacadas obras, del Viaducto Nuevo de Teruel y de la autovía Mudéjar–. "Está datado históricamente –explica– que Bagdad, junto al Tigris, sufrió más de 10 inundaciones catastróficas antes de que Torán convenciera a las autoridades para ampliar la presa de Razzaza".

Iranzo destaca que Torán, en los años 70, logró sentar en la misma mesa de negociación, y pese a las tensiones existentes, a los gobiernos de China e India para llevar a cabo el aprovechamiento conjunto del fronterizo Brahmaputra. Además, el dirigente Mao llegó a encargarle la planificación hidrológica de China.

El acto de reconocimiento a José Torán Peláez tuvo lugar en la Cámara de Comercio, con la presencia de varios de sus descendientes así como de representantes del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Aragón y de otros organismos vinculados a las obras hidráulicas.

El presidente del Comité Nacional Español de Grandes Presas, José Polimón, destacó el afecto que Torán sentía por la ciudad de Teruel, donde vivió hasta los 8 años y de la que siempre habló con orgullo. "Ejercía completamente de turolense", indicó Polimón. El máximo responsable en Teruel del Colegio de Ingenieros de Caminos, Ismael Villalba, glosó la vida de Torán, quien en 1977 se presentó como candidato a senador en las elecciones constituyentes.

Jesús Iranzo fue el encargado de ofrecer una charla divulgativa sobre la construcción de presas y sus tipologías, con ejemplos en España. Por su parte, el ingeniero aragonés Javier Mozota comentó un artículo de Alberto Herreras sobre Torán y su libro sobre el Ebro. Hijo y nieto de ingenieros, José Torán Peláez no dejó impronta en Teruel, pero sí su padre, José Torán de la Rad, quien diseñó la traída de aguas a la ciudad y la Escalinata del Óvalo.