La cubierta de la excolegiata de Rubielos de Mora precisa de una inversión urgente de 400.000 euros para su consolidación y acabar con las filtraciones que han agrietado las bóvedas. El tejado del templo presenta un estado precario, lo que ha impulsado al Ayuntamiento a pedir el apoyo del Gobierno aragonés. La parroquia ha puesto en marcha una campaña para recaudar fondos entre feligreses y visitantes.

El pasado día 13 de octubre, el alcalde, Ángel Gracia, informó sobre la delicada situación del principal templo de la localidad al consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, durante su visita a Rubielos. Además, en los próximos días remitirá al Gobierno aragonés los últimos informes técnicos, que alertan de que el deterioro arquitectónico "se ha agravado y de que hay que actuar", según indicó ayer Gracia.

El Obispado dispone, desde 2013, de una memoria valorada para consolidar el tejado. El documento, redactado por el arquitecto José María Galve, considera urgente la restauración de la cubierta. Las filtraciones han provocado la aparición de humedades y grietas en las bóvedas a los pies de la nave central.

El templo, un voluminoso edificio barroco del siglo XVII, forma parte del Conjunto Histórico de Rubielos, catalogado como Bien de Interés Cultural desde 2007.

Ángel Gracia reconoció que el Gobierno aragonés difícilmente abordará de una tacada la inversión que requiere el tejado de la excolegiata pero, ante el estado "preocupante" del edificio, reclamó una primera dotación que permita abordar la obra por fases.

Para concienciar a los feligreses y a los visitantes, el párroco ha repartido por todo el perímetro del templo fotografías que muestran el alto grado de deterioro de las vigas que soportan la cubierta. Además, en un escrito dirigido al público, considera que, si no se implica la población, será difícil salvar el templo porque de las Administraciones "en estos tiempos no se puede esperar mucho". Otro cartel, más alarmista, advierte de que "la iglesia se nos cae". Los ingresos obtenidos con la campaña se han destinado a pequeñas reparaciones urgentes.

Una feligresa comentó ayer que el sacerdote local, Francisco Lázaro, recuerda en cada misa el mal estado del templo y la necesidad de recabar fondos a través de donativos. "El cura insiste en la restauración de la iglesia cada domingo y fiesta de guardar", señaló la parroquiana.

Francisco Lázaro explicó que, además de los 400.000 euros necesarios para reparar las cubiertas, hará falta una inversión añadida para consolidar otros elementos estructurales del templo, como los muros y las bóvedas. El sacerdote explicó que la parroquia ha encargado una memoria que determinará la situación estructural del monumento y el coste de la reparación. Adelantó que, al menos, hará falta una cantidad similar a la que requiere el tejado.