Confirman la condena de cárcel a un abogado que estafó a un cliente y abusó de su pareja

El letrado llegó a enviar mensajes de Whatsapp mostrando sus genitales a la novia de su cliente.

El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena a dos años y cinco meses de prisión a un abogado de Teruel por intentar estafar a un cliente y abusar sexualmente de la pareja de éste.


La sentencia de la Sala de lo Penal desestima el recurso de casación interpuesto por el condenado contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Teruel, que le impuso dicha pena por los delitos de estafa en grado de tentativa y de abusos sexuales, según informan fuentes judiciales.


Los hechos ocurrieron cuando el acusado asistió como letrado de oficio a su cliente, que ingresó en prisión preventiva tras ser detenido por varios delitos.


Después se ofreció para llevarle su caso, como abogado particular, cobrándole 2.000 euros por cada delito y una "mordida" de 5.000 euros, según recoge la sentencia.


Le hizo creer que ese dinero iba a entregarlo en el juzgado para así obtener favores y que en caso de impago volvería a prisión. Pero su cliente no llegó a pagarle ninguna cantidad.


Los hechos probados también recogen que el acusado llamó a la novia de su cliente, que aún estaba en la cárcel, y le dijo que fuera sola a su despacho para entregarle un certificado de convivencia y una vez allí aprovechó la situación para besarle en el cuello y tocarle el abdomen tras subirle la camiseta, según recoge el texto.


La joven, de 19 años, le respondió quitándole la mano y bajándose la camiseta. El acusado le pidió un abrazo y un beso en la boca, a lo que ella se negó.


Días más tarde, el abogado le envió por Whatsapp unas fotografías de sus órganos genitales y, además de insistir para volver a quedar a solas con ella, le pidió que le mandara una fotografía suya desnuda, continúa el texto.


En su recurso, el condenado pidió la nulidad de la grabación que su cliente hizo de la conversación que mantuvo con él en su despacho por ser una prueba ilícitamente obtenida.


La sentencia reconoce plena validez a dicha grabación y señala que el hecho de que se realizara en el despacho profesional del acusado "revela un mayor reproche al constituir el aprovechamiento de una situación extrema para el encausado, que teme su nuevo ingreso en prisión".


Para el Tribunal Supremo, en este caso hay prueba de cargo que sustenta el relato de hechos probados y la valoración que de la misma hizo la Audiencia Provincial de Teruel: la declaración del propio acusado ante la Guardia Civil, los numerosos mensajes enviados por Whatsapp con un contenido sexual y el seguimiento del acusado a la joven, de 19 años y novia de su cliente, con problemas penales y escasos recursos para pagar los honorarios, y, por último, la prueba de la grabación en el despacho.

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