Los juicios de la Audiencia, al salón de actos

El traslado por obras del Palacio de Justicia a un antiguo edificio de la DGA obliga a usar espacios que no se adaptan a las necesidades de la actividad judicial.

El salón de actos de la Casa Blanca -en la foto- es desde ayer la sala de vistas de la Audiencia.
Los juicios de la Audiencia, al salón de actos
M.A.M

Las paredes del salón de actos de la Casa Blanca de Teruel no deben salir de su asombro ante los últimos inquilinos que acogen. Después de servir como sede de congresos científicos, simposios de arte, mítines políticos y hasta asambleas ciudadanas de la mítica plataforma reivindicativa Teruel Existe, este espacio noble de un edificio que la DGA levantó en los años 70 del siglo pasado es ahora la sala de vistas de la Audiencia de Teruel, el máximo órgano judicial de la provincia.


El primer juicio, celebrado ayer, puso de manifiesto que algunos de los espacios del inmueble, ubicación provisional para una parte del Palacio de Justicia mientras duren las obras en la sede oficial de la céntrica plaza de San Juan, no se adaptan a la actividad judicial. Sobra sitio para el público –un centenar de butacas– y falta para las acusaciones y las defensas, pues en el pequeño estrado destinado al Tribunal solo caben dos personas a cada lado de los magistrados, cuando en ocasiones ha llegado a haber el doble o el triple.


Tampoco hay banquillo de los acusados. El joven juzgado ayer y condenado a dos años y tres meses de prisión por tráfico de drogas se sentó en uno de los asientos destinados al público. "Habrá que organizar de otra manera la sala de vistas para la próxima vez, quizá quitando espacio de la zona de las butacas y aumentando la superficie del estrado", comentaron fuentes judiciales.


La mudanza ha traído consigo más inconvenientes. Aquellos expedientes en los que interviene tanto la Fiscalía como los juzgados de instrucción –que son casi todos– viajan en coche constantemente desde la Casa Blanca a la plaza de San Juan y a la inversa, al haberse trasladado al edificio de la DGA la Fiscalía y permanecer en el Palacio de Justicia los tres juzgados de Instrucción.

Correo de un lado a otro

El correo también va y viene de un lado a otro a diario transportado, en este caso, por un trabajador, que tiene que recorrer a pie el viaducto Viejo –une el Centro Histórico con el Ensanche, los barrios entre los que se reparten las dos sedes– cargado con una bolsa o, si el volumen de cartas es mayor, con un carro similar al del supermercado. También han quedado separados por el viaducto Viejo el Decanato y el despacho de la jueza decana, lo que dificulta la firma de documentos por parte de esta última.


Así lo explicó ayer el portavoz sindical de los trabajadores por el CSIF, Antonio Salvador, quien criticó la separación de unos y otros órganos en distintas sedes. "Nosotros siempre dijimos que era mejor trasladar todos los servicios a una misma ubicación, pero no nos hicieron caso", afirmó.


Tampoco el sistema de calefacción parece funcionar muy bien, pues hay despachos en los que el frío turolense ya se está dejando sentir al no desprender calor los radiadores. Cristales que no se han limpiado todavía y un sistema de seguridad que aún está inoperativo son otras de las quejas surgidas tras la mudanza, que se llevó a cabo a finales del pasado mes de septiembre y que se prolongará, como mínimo, durante nueve meses.

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