Alcañiz asume la dirección de obras para desbloquear la restauración de la Torre Gótica

La reforma de la Torre Gótica de Alcañiz, que forma parte del conjunto histórico de la plaza de España suma casi un año de retraso. El Ministerio de Fomento se comprometió a su rehabilitación, que tiene un coste total de 1 millón de euros y un plazo de ejecución de 24 meses. Sin embargo, la esperada licitación de las obras sigue sin llegar pese a que desde Madrid se anunció para finales del año pasado. El retraso no se debe a la falta de fondos puesto que en los Presupuestos Generales del Estado de 2016 se incluyen 600.000 euros que se suman a los 200.000 que se otorgaron en 2015.

Desde el Ayuntamiento se muestran esperanzados en que la licitación llegue en los meses que quedan para que termine el año. "Confiamos en Fomento. Nosotros nos hemos comprometido a asumir la dirección de obra, que le correspondía al Ministerio, para agilizar los trámites. Sin embargo, seguimos esperando", asegura el alcalde, Juan Carlos Gracia Suso. El Consistorio también asumió el coste de la redacción del proyecto, 50.000 euros.

Desde el Ministerio de Fomento alegan que el retraso se ha debido al cese del secretario que debía firmar la licitación y que hasta que no se forme un nuevo Gobierno no se puede nombrar a su sucesor. No obstante, apuntan que recientemente se ha optado por "saltar" este trámite mediante otro procedimiento que permitirá comenzar las obras "en breve".

Alcañiz lleva un año esperando una rehabilitación que cuando se anunció fue muy celebrada en la ciudad, especialmente por los sectores vinculados al patrimonio y el turismo. Todos coinciden en que se trata de un primer paso para un proyecto mucho más ambicioso que incluye una mejora y puesta en valor de toda la plaza. La Torre Gótica es su edificio más antiguo y se encuentra entre las torres de esta época más importantes de España.Una paseo por las bóvedas

El proyecto plantea la unión de la torre con la Iglesia Santa María la Mayor abriendo una puerta a la altura de las bóvedas para que éstas puedan verse de cerca recorriendo unas pasarelas colgantes al igual que ya ocurre en catedrales como la de Florencia, lo que supondría un gran revulsivo a nivel turístico para la ciudad. No obstante, tal y como recalca el arquitecto que ha realizado el proyecto, José Ángel Gil, esta novedad se encuentra supeditada a la relación de alturas entre la parte baja de las bóvedas y la torre. Desde hace años, la torre permanece cerrada al público y sólo algunos privilegiados con buen equilibrio han disfrutado de sus magníficas vistas.

Los trabajos de rehabilitación previstos consistirán en la consolidación, reparación y limpieza de la torre –de cuatro plantas–, especialmente las cornisas, elementos ornamentales y las zonas con humedad. Los excrementos de paloma, acumulados durante años en el interior, han dañado la piedra. Cubrían la escalera de caracol y ascendías varios palmos en las plantas. Tan solo en los trabajos previos de limpieza ya se extrajeron 5.000 kilos de estas heces. Otra cuestión que ha causado problemas de sales es que en los años 90 en la base de la torre se instaló un jardín con sistema de riego.

Además, la torre llegó a estar habitado y se encendían fuegos en su interior, lo que también afectó a los muros. Además de la rehabilitación integral de la estructura, se pavimentará el interior para que sea visitable y se colocará iluminación. Una vez terminen las obras, el objetivo del equipo de gobierno es abrir el monumento al público y crear un espacio expositivo de la Semana Santa.

La mejora de la Torre Gótica, que data de finales del siglo XIII o principios del XIV, también permitirá avanzar en el conocimiento del conjunto. Durante los trabajos se realizarán estudios para resolver algunas incógnitas. La principal, conocer quién promovió la construcción de la torre y la iglesia. Para ello se llevarán a cabo catas con control arqueológico que determinarán si existen restos que ayuden a desvelar este interrogante o si por el contrario, se borraron. Se baraja que pudo ser el arzobispo de Zaragoza, el concejo o, aunque con posibilidades más remotas, la orden de Calatrava.

Otras incógnitas técnicas

También se resolverán otras incógnitas de carácter técnico como las sucesivas fases. Como explica la historiadora Teresa Thomson, la torre es el principal testimonio del templo gótico demolido en el siglo XVIII y sustituido por la gran edificación barroca. La torre campanario se situaba a los pies de la iglesia, adosada a la nave de la Epístola, y al incorporarse a la edificación barroca quedó descentrada y adosada al tramo occidental de su nave crucero.