Teruel ha vivido esta mañana, bajo la atenta mirada de un público fiel, una de las escenas principales de la fiesta medieval dedicada a los Amantes que se está desarrollando este fin de semana en las calles del Centro Histórico. La pedida de mano de Isabel ha logrado aunar sobre el escenario romanticismo y violencia, lo que ha desatado el entusiasmo de los espectadores, que, con emoción contenida, se han concentrado en la plaza del Seminario, uno de los escenarios de la obra. La Partida de Diego -como se denomina esta segunda entrega de la recreación medieval-, narra los episodios iniciales de la leyenda amantista.

El pintor Agustín Alegre fue uno de los protagonistas de la jornada, tras ejercer como alistado de honor, un pregonero especial que desarrolló su cometido como mejor sabe hacer: pintando un retrato rápido a Isabel, en pocos minutos y delante del público. Alrededor de esta plaza, media docena de puestos han dado forma a un mercado medieval que han logrado trasladar a Teruel a una ciudad del siglo XIII.

Las tornas cambiarán esta noche, cuando aflore en los escenarios naturales el carácter más belicoso de la obra inspirada en los Amantes y la soldadesca, junta a ella Diego de Marcilla, emprenda el camino hacia la Cruzadas.

La segunda entrega teatral de la leyenda de los Amantes, lejos de la multitudinaria Bodas de Isabel -la otra fiesta medieval que tiene lugar en Teruel en el mes de febrero- se está convirtiendo con tan solo seis años de existencia en un interesante recurso turístico. De hecho, los hoteles rozan estos días el 95% de ocupación.