Degustación de paella, arqueología y guiñote para despedir las fiestas de Foz

El tradicional desfile de disfraces llenó la plaza de color antes de que la traca pusiese el punto final.

Los jóvenes de Foz Calanda en el taller de arqueología.
Los jóvenes de Foz Calanda en el taller de arqueología.
Alberto Castillo


Casi sin haber dormido y con muchas ganas de continuar con la fiesta. Así amaneció ayer Foz Calanda. Los vecinos de esta localidad turolense de 260 habitantes disfrutaron de una jornada llena de actividades lúdicas dirigidas a todos los públicos con la que dijeron adiós a cinco intensos días de fiestas.


Mientras los más pequeños se divertían con el espectáculo de animación infantil con malabares que el Circo Badín había preparado para ellos, las cuadrillas del pueblo demostraron sus habilidades culinarias con la preparación y degustación de paellas que, como todos los años, se organizó junto al río. Ya con el estómago lleno y tras una buena siesta, los aficionados a los juegos de cartas participaron en el tradicional concurso de guiñote que patrocina el bar recreativo del municipio. En esta ocasión, 16 fueron las parejas que se apuntaron a la competición, que año a año demuestra el gran nivel de los jugadores locales.


Como no podía ser de otra manera, los niños repitieron protagonismo por la tarde durante la celebración del taller que el consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón organizó en la plaza de este municipio turolense situado en la comarca del Bajo Aragón. Esta actividad infantil, bajo el lema ‘arqueólogos por un día’, convirtió a los niños en pequeños expertos tras recibir los conocimientos necesarios sobre cómo realizar las labores de excavación en una investigación arqueológica y sobre historia ibérica.


A las siete de la tarde el pabellón polideportivo se llenó de espectadores y jugadores que se reunieron allí para disfrutar y participar en el torneo de fútbol sala. Un total de 8 equipos, formados por niños y adolescentes, midieron sus fuerzas en una competición en la que todos resultaron ganadores.Desfile de disfraces

Con la cena ya reposada y antes de ponerse la peluca, los grupos de amigos y cuadrillas fueron a apuntarse al concurso de disfraces cuya inscripción se cerró diez minutos antes del comienzo del desfile. Visitantes y habitantes de  Foz Calanda se agolparon en la plaza del pueblo para dejarse sorprender por los estilismos de los vecinos, todos ellos cargados de imaginación y mucho humor. Y así, entre telas de colores, complementos llamativos y mucho maquillaje, desfilaron por la plaza del pueblo los miembros de las dos categorías y aspirantes al premio: infantiles y adultos. Los vencedores del grupo de los más pequeños recibieron encantados su recompensa, las chucherías.


Tras la decisión del jurado popular, los participantes del desfile fueron a cambiarse para aparecer de nuevo en la plaza, donde la orquesta ‘La Mundial’ tenía preparado su escenario, que tuvo que reubicarse debido a las grandes dimensiones del mismo, para ofrecer el último concierto de las fiestas en honor de San Pablo. El bingo, que se celebró durante el intermedio del espectáculo musical, subió los ánimos de los espectadores que se habían reunido para decir adiós a los festejos. La traca puso el punto y final a las fiestas que repitieron éxito. "Este año estamos muy contentos porque hemos podido cumplir con todos los actos y todo ha salido muy bien, nos hemos divertido mucho", comentó Arturo, concejal de fiestas de Foz Calanda.


Los miembros de la comisión de fiestas volvieron a apostar por la iniciativa de la pulsera que consiste en, a través de una pequeña colaboración económica por parte de los habitantes con la que consiguen descuentos y privilegios durante los festejos, obtener fondos para financiar y sostener las actividades festivas. Algo que les cuesta "mucho trabajo" y "muchas ganas", explicó Alberto, miembro de la comisión.

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