Rescatan del fondo de una poza del Guadalope el cadáver del hombre que se ahogó en Aliaga

La evacuación del cuerpo se llevó a cabo en una camilla que tuvo que ser transportada a hombros 800 metros.

El equipo de rescate transporta el cadáver del excursionista fallecido en una camilla tras ser rescatado del río.
Rescatan del fondo de una poza del Guadalope el cadáver del hombre que se ahogó en Aliaga

El cadáver del vecino de Ejulve fallecido el pasado sábado al ahogarse en una poza del río Guadalope en Aliaga mientras hacía barranquismo, R. G. B., de 29 años, fue rescatado a las 9.45 de ayer por buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil. El excursionista formaba parte de un grupo de familiares y amigos que descendían por un tramo del cauce conocido como la Hoz Mala, a unos 800 metros aguas abajo de la presa de Aliaga. Cuando trataba de cruzar el río, cayó en un remanso de cinco metros de profundidad y pereció ahogado, sin que las personas que le acompañaban pudieran rescatarlo.


La operación de rastreo en busca del cuerpo sin vida del barranquista empezó la tarde del sábado, pero debido al difícil acceso al lugar y a la profundidad del río, los bomberos no pudieron recuperar el cadáver. La operación se reanudó en torno a las 9.00 de ayer a cargo de los buzos de la Guardia Civil. Tras una primera inspección del lugar para localizar al fallecido, pudieron completar el rescate en una primera inmersión.


El coordinador del equipo de buceo, Carlos Ara, del GEAS de Huesca, explicó que tuvieron que moverse a tientas porque a la profundidad de la poza se sumaba la turbiedad del agua. Ara apuntó, como posibles detonantes del accidente, al equipamiento inadecuado del excursionista –vestía ropa de calle–, la poca pericia en la natación y el nerviosismo provocado por la inmersión. El buzo señaló que las prendas empapadas "tiraron hacía abajo" de la víctima, dificultando su salvación. Una fuente de la Guardia Civil achacó el trágico suceso a una "imprudencia".


En total, participaron en la extracción cuatro buzos, dos del GEAS de Huesca y otros tantos de Barcelona. También colaboraron guardias civiles y voluntarios de la zona conocedores del paraje y efectivos de Protección Civil.


Familiares del fallecido estuvieron presentes en la operación de rescate y en el traslado del cadáver hasta la carretera más cercana, desde donde fue transportado a Teruel para practicarle la autopsia. La llegada del cuerpo sin vida del excursionista hasta la explanada en la que esperaban los padres y una hermana provocó escenas desgarradoras.


Aunque, inicialmente, la Guardia Civil planeó utilizar un helicóptero para evacuar el cadáver, finalmente fue trasladado en una camilla 800 metros, hasta el punto donde estaban aparcados los vehículos. El capitán de la compañía de la Guardia Civil de Calamocha, Mariano Márquez, que dirigió el operativo, explicó que la poza donde cayó R. G. B. era muy peligrosa porque, tras unos primeros metros de poca profundidad, se hundía de forma abrupta hasta los cinco metros de hondo.


El alcalde de Ejulve, Ovidio Ortín, que acompañó a los familiares y amigos del fallecido, apenas podía contener las lágrimas al explicar el impacto emocional que ha causado el fatal accidente en la población, de 200 habitantes. Ortín lamentó que una tarde de fiesta en la que un grupo de excursionistas decidió bajar por el río terminara con "esta fatalidad".


El funeral por R. G. B. se oficiará hoy, lunes, a las 11.30 en la iglesia parroquial de Ejulve. El Ayuntamiento celebrará un pleno para declarar una o varias jornadas de luto oficial.

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