El melocotón de Calanda afronta la campaña con la mirada puesta en el mercado irlandés

En pleno proceso de embolsado, el melocotón de Calanda afronta esta campaña con la mirada puesta en Irlanda, un mercado que está a punto de explorar gracias a un acuerdo con una cadena irlandesa interesada en distribuir el producto de Denominación de Origen.

"Se pusieron en contacto con nosotros en la feria de Berlín, en el mes de febrero, y, por el momento, quieren comenzar a trabajar con el Melocotón de Denominación de Origen. A ver si somos capaces de ampliar el interés a otros productos e ir incrementando las ventas año tras año", explica el presidente del Consejo Regulador, Samuel Sancho, quien puntualiza que las negociaciones han terminado por dar a la empresa la exclusividad en el país.

Aunque Suiza y Alemania, con unos consumidores exquisitos y con un elevado poder adquisitivo, siguen siendo los destinos por excelencia de una fruta cada vez mejor valorada en el mercado internacional, los productores siguen trabajando bajo el amparo de la marca Melocotón DOP Export S. L. para mejorar las cifras de exportación y poder liberar la producción nacional. "El objetivo es sacar el producto para que no bajen tanto los precios y conseguir valores mejores repartiendo la fruta por España y el resto del territorio europeo", detalla Sancho.

En 2015, la exportación del melocotón de Calanda ya creció un 7% con respecto al año anterior y en total se exportó el 26% de la producción.

Sociedad

El incremento en las exportaciones se debe, en buena parte, al trabajo que la D. O. viene realizando en los últimos años. Este organismo a lo largo de 2014 puso en marcha Melocotón DOP Export, una sociedad donde participan todas las empresas adscritas al Consejo Regulador y que tiene como objetivo facilitar a productores y cooperativas la venta de melocotón amarillo tardío en el exterior.

Además, para dar salida al exterior a todo el producto –no solo al que cumple los requisitos de certificación del Consejo Regulador–, la sociedad Melocotón DOP Export ha impulsado una marca de melocotón convencional con la que se pretende comercializar de forma conjunta también la fruta que no cumple los parámetros de certificación pero que tiene la calidad suficiente para ser un producto bien aceptado en otros mercados. Por término medio, en la comarca del Bajo Aragón Histórico se recogen unos 25 millones de kilos de melocotón cada año.

Si la campaña de 2015 superó en un 30% la de 2014 –una de las peores de la historia–, en cuanto a producción y certificaciones se refiere, el reto de este año es mejorar ese porcentaje. No obstante, todavía es pronto para hacer previsiones y los agricultores prefieren mantener la cautela acerca de la buena marcha de la temporada.

Aunque por el momento el proceso del producto está siendo óptimo, sin plagas ni inclemencias meteorológicas graves, queda todo el verano por delante. Sin embargo, la preocupación por las tormentas de pedrisco sigue vigente.

Es la tercera campaña de embolsado que se inicia en la comarca del Bajo Aragón sin contar con la protección de sistemas antigranizo. Hay dos supergeneradores comprados por el Ayuntamiento de Alcañiz que no están en funcionamiento.

Reuniones fallidas

El alcalde de la capital bajoaragonesa, Juan Carlos Gracia Suso, recuerda que durante esta primavera convocó dos reuniones con los productores de fruta para trasladarles la idea de que son ellos quienes tienen que asumir el coste del combustible (bengalas) de los mecheros. "No acudieron ni siquiera el 50% de los propietarios, por lo que, desde el Ayuntamiento, entendimos que no es prioritario para ellos que se pongan en marcha sistemas antigranizo", destaca el primer edil de la ciudad de Alcañiz.

La comarca del Bajo Aragón salió del consorcio antigranizo de Aragón, en el que sí está la institución vecina del Bajo Aragón Caspe, por los conflictos entre los propios agricultores de la zona. No obstante, y pese a las diferencias que puedan existir entre unos y otros, las tormentas de granizo siguen provocando una gran preocupación entre los cultivadores de melocotones, pues una granizada puede echar por tierra en unas pocas horas el trabajo y la inversión de todo un año.

De hecho, en las últimas temporadas, el pedrisco no ha dejado de cobrarse su tributo en el Bajo Aragón en forma de fruta, mermando las cosechas de los agricultores y reduciendo sus ganancias. De ahí el temor a una tormenta de piedra.