El bullicio del gentío que llenará la plaza nos empujará para subir hasta el Torico

Javier Nájara y Eduardo Rueda, de Ultramarinos, pondrán el pañuelo festivo al símbolo de la ciudad.

Javier Nájara y Eduardo Rueda, los encargados de poner el pañuelo vaquillero al Torico, al fondo.
Javier Nájara y Eduardo Rueda, los encargados de poner el pañuelo vaquillero al Torico, al fondo.
A. G./B.

Javier Nájara y Eduardo Rueda, dos socios de la peña Ultramarinos de 36 y 38 años, respectivamente, concentrarán a las 16.30 de hoy las miradas de las siete mil personas que abarrotarán la plaza del Torico para asistir al acto más multitudinario y emotivo de la Vaquilla, la colocación del pañuelo vaquillero a la estatua del Torico. Se encaramarán sobre los hombros de otros compañeros hasta llegar a su meta, siete metros por encima de suelo de la plaza, para imponer el Pañuelico a la escultura que simboliza a la ciudad.


Eduardo Rueda reconoce que dar inicio simbólico a las fiestas "impone respeto". Para escalar la columna del Torico, contarán con el apoyo de los ‘ultramarinos’, arremolinados en torno a la fuente. También les estimulará el "bullicio" de la gente que abarrotará la plaza. "Será el empuje definitivo para subir a lo más alto", concluye Eduardo, uno de los fundadores de la peña ultramarina.


Javier y Eduardo estarán arropados por sus compañeros de peña, que desde las 15.30 ocuparán el espacio contiguo al Torico para facilitar la colocación del pañuelo rojo a la estatua. Javier, precavido, opina que "será mejor que los ‘ultramarinos’ lleguen los primeros a la plaza".


Es la primera vez que Ultramarinos, una peña que no se incorporó a Interpeñas hasta 2010, disfruta del privilegio de colocar el pañuelo al Torico, un papel que va rotando entre las 21 peñas vaquilleras. Para elegir a los dos encargados de una función tan trascendental, hubo que recurrir a las urnas. "Fue una votación reñida, porque había mucha gente que se lo merecía", recuerda Javier. La decisión se tomó, papeleta en mano, por los fundadores de la peña y los miembros de las directivas pasadas y de la actual.


Además de elegir a Javier Nájara y Eduardo Rueda para colocar el pañuelo, las urnas decidieron que otros históricos de la peña, Diego Herrero y Esteban Martín, se encargaran de retirar el pañuelo el lunes de la Vaquilla y que Fernando Maícas ejercerá como mensajero para trasladar el Pañuelico recibido de manos de la alcaldesa, Emma Buj, desde la casa consistorial a la atestada plaza del Torico.


El pañuelo, de color rojo, ha sido donado, como manda la tradición, por el histórico comercio textil Ferrán y luego bordado a mano por las monjas carmelitas, que han incorporado la leyenda:"Vaquilla del Ángel 2016. Peña Ultramarinos".


Aunque el momento de "más tensión" les corresponderá a Javier y Eduardo, la responsabilidad de poner simbólicamente punto final a la Vaquilla ha recaído a Diego Herrero y Esteban Martín. "Mientras el público llorará de alegría cuando intervengamos nosotros, lo hará de nostalgia cuando aparezcan nuestros compañeros", resume Eduardo. Pero para retirar el pañuelo queda un mundo de fiesta por delante.

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