El Museo dará a conocer los estudios arqueológicos más novedosos de la etapa andalusí

Cuarenta expertos participarán en unas jornadas en las que se hablará de una de las culturas menos conocidas.

El Museo de Teruel tratará de aportar su grano de arena para que el periodo cultural andalusí del sur de Aragón reciba el tratamiento a nivel de investigación y de difusión que se merece. Las Jornadas de Arqueología Medieval, que organiza la institución dependiente de la Diputación los próximos días 26 y 27, tienen entre sus objetivos la potenciación de esta etapa histórica, una de las menos conocidas de la provincia y del territorio aragonés tanto a nivel científico como popular.


Unos cuarenta expertos mostrarán durante el encuentro los estudios que se han desarrollado en la última década sobre la presencia de los musulmanes en Aragón entre los siglos VIII y XII. Pero también se pondrá de manifiesto la importancia de poner en valor este patrimonio arqueológico, así como de reforzar su difusión. Trabajos relacionados con algunos de los más importantes enclaves aragoneses, como el de Torre Quemada, de Castelserás; las fortalezas de Maluenda; la necrópolis de El Vallao, en Caudé; o Saragusta, van a centrar las diferentes sesiones de trabajo.


El coordinador de las jornadas, el arqueólogo Julián Ortega, defendió la necesidad de este tipo de citas científicas, ya que, según dijo, "no existe ninguna estructura institucional que dé salida a los estudios históricos y arqueológicos sobre la cultura andalusí en Aragón". Agregó que, si bien con notables avances, le falta "bastante para llegar al mismo nivel de investigación y de visibilización que otros periodos históricos".


El alto grado de especialización que requiere esta disciplina, con la presencia de pocos especialistas que dominen la lengua árabe en el ámbito histórico, dificulta su evolución, según destacó el arqueólogo. Reconoció, no obstante, los progresos registrados desde finales de los años setenta en materia de investigación, principalmente en las comunidades andaluza y valenciana.


Como ejemplo de la falta de apoyo que ha tenido a lo largo del tiempo este legado arqueológico figura el mismo Museo de Teruel, que no dispuso de una sección propia del patrimonio andalusí turolense entre sus colecciones expuestas al público hasta hace dos años. Mientras tanto, en sus vitrinas brillaba en solitario, como representante de esta época, el especiero de plata –cantimplora, según las últimas investigaciones– del siglo XI encontrado en Albarracín. Precisamente, la restauración y conservación de esta valiosa pieza protagonizará una de las ponencias de las jornadas arqueológicas.


La política del centro museístico quiere cambiar radicalmente con la ampliación de su colecciones islámica y la intensificación de las campañas de excavación. El director del Museo turolense, Jaime Vicente, considera que los 400 años de historia andalusí en estas tierras "merecen un estudio en profundidad".


El tratamiento de la herencia musulmana en los museos aragoneses será, igualmente, objeto de estudio. El Museo de Albarracín, con una colección de más de 300 piezas, es uno de los más destacados dentro de la Comunidad Autónoma.

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