El proyecto Jiloca Laqua, destinado a convertirse en motor económico y laboral de la comarca, echa a andar con la licitación del estudio de viabilidad por el Ayuntamiento de Calamocha. La convocatoria, que se publicó el pasado día 28 en el Boletín Oficial de la Provincia, prevé un coste máximo de 35.000 euros y un plazo de ejecución de un mes.

La licitación se produce poco después de que se conociera que el Ayuntamiento ha derivado una subvención del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE) de 2015 para Jiloca Laqua de un millón de euros a la construcción de una residencia de la tercera edad, salvo la partida destinada a costear el estudio de viabilidad.

El Consistorio considera que existe demasiada indefinición respecto a los objetivos, presupuestos y potencial de Jiloca Laqua. Advierte, además, de que existía el peligro de perder la subvención del FITE por no poder justificar a tiempo su ejecución.

La Asociación de Amigos de Lechago –barrio de Calamocha en el que se encuadra Laqua– emitió un comunicado criticando el cambio de destino de la ayuda del FITE por entender que pone en peligro el proyecto, presentado a bombo y platillo en noviembre de 2014.

Jiloca Laqua nació impulsado por la Asociación de Comercio e Industria de Calamocha y con el apoyo de todas las administraciones para generar un polo de desarrollo en el Jiloca, una comarca muy castigada por la crisis. El objetivo de esta iniciativa es aprovechar el pantano de Lechago –terminado y sin utilización– para crear un complejo de deportes acuáticos, un foco turístico y un centro de investigación que aprovechen los flujos de tráfico de la contigua autovía A-23 y del ferrocarril Zaragoza-Teruel. Los promotores consideran que el proyecto puede generar 400 empleos a pleno rendimiento con una inversión publica de 18 millones de euros para mejorar los accesos.

El estudio de viabilidad determinará los costes del proyecto, el gasto de explotación, la sostenibilidad y la rentabilidad económico-social, entre otros aspectos recogidos en el pliego elaborado por el Ayuntamiento. El documento, que deberá estar entregado antes del 27 de mayo, evaluará también la posible inversión privada, los plazos de ejecución, el impacto medioambiental y la "reordenación" de las infrastructuras de transporte del entorno.

El arguitecto Tomás Guitarte, impulsor de Jiloca Laqua, se felicitó de que, por fin, la Administración dé pasos para materializar el proyecto, aunque consideró que "se podía haber avanzado más". A su juicio, con el actual ritmo de tramitación, será imposible iniciar la ejecución del "grueso" de las obras en 2017, un año que, si el estudio de viabilidad es positivo, se invertirá en la redacción de los proyectos.

Para Guitarte, con una buena planificación del trabajo, en 2016 se podría haber elaborado el estudio de viabilidad y acometer las primeras fases del proyecto, "al menos las que afectan a aspectos urbanísticos". El arquitecto impulsor de Laqua señaló que la primera inversión pública debería destinarse a construir la rotonda que enlazará las carreteras de la zona con la A-23 en las inmediaciones del pantano de Lechago. "Siendo realistas –continuó– solo se podría hacer algo de obra a finales de 2017".

Tomás Guitarte dijo que el proyecto "despierta interés" en la comarca y se mostró convencido de las posibilidades de captar inversión privada para desarrollarlo. Señaló que tres empresas del sector turístico y una financiera han mostrado su disposición a invertir en los equipamientos y a participar en la futura sociedad gestora del complejo. Guitarte se declaró convencido de que, a pesar del parón de Laqua, "nadie tirará la toalla".