El Consistorio de Libros no se escapa de pagar una multa por cortar la N-330 con la procesión

El Ayuntamiento de Libros, con 115 vecinos, no ha podido zafarse de pagar la multa que en octubre de 2014 le impuso la Guardia Civil por ocupar la Nacional 330 los días 11 y 13 de octubre con la procesión del Pilar sin haber obtenido el permiso necesario. El Consistorio formuló alegaciones contra la sanción y confió en librarse del gasto, toda vez que en enero de 2015 alcanzó un acuerdo con la Subdelegación del Gobierno para que en posteriores ediciones del desfile religioso no hubiera problemas.


Pero no ha sido así, pues hace unos meses el Ayuntamiento recibió la notificación de que debía pagar la multa, si bien en una cuantía de 500 euros y no 1.000 como estaba previsto, al considerar la Guardia Civil que, pese a que la procesión cortó la carretera Nacional dos días –uno de ida y otro de vuelta–, se trató de un único acto religioso. Según explicó el alcalde, Raúl Arana, es la propia Administración Central la que, mes a mes, va detrayendo de las subvenciones estatales que llegan al municipio pequeñas cantidades con las que satisfacer la deuda. Arana denuncia que la cuantía de la multa "es importante para un pueblo pequeño y con muchos gastos".


Desde la Subdelegación del Gobierno indican que este organismo no concedió el permiso para la procesión de 2014 porque el Ayuntamiento no presentó toda la documentación requerida. El anterior alcalde, Rafael Millán, durante cuyo mandato se puso la sanción, calificó de "injusto" el castigo y recordó que la procesión "llevaba décadas saliendo".

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