La Fundación Santa María restaurará la reja de la catedral de Teruel

La verja del pórtico de la catedral, en medio de los andamios de las fachadas.
La verja del pórtico de la catedral, en medio de los andamios de las fachadas. jorge escuder
Jorge Escudero

La reja modernista del pórtico de la catedral de Teruel, uno de los elementos patrimoniales más destacados del exterior del templo, será objeto de una profunda remodelación, que ha sido encargada a la Fundación Santa María de Albarracín. Esta intervención forma parte de las obras que se están llevando a cabo en las fachadas y cubiertas del monumento, un ambicioso proyecto de restauración presupuestado en su conjunto en 1,6 millones de euros.


Los trabajos de reparación de la espectacular cancela de forja comenzarán después de las fiestas de la Vaquilla y requerirán la presencia de todo el equipo de restauradores de la Fundación, integrado por cinco técnicos, con objeto de que la actuación pueda terminarse en un tiempo récord. Los expertos solo disponen de dos meses para completar la labor, con objeto de ajustarse a los plazos establecidos por el Fondo de Inversiones de Teruel (FITE), del que se financia el proyecto.


La remodelación se acomete en una pieza que sufre graves patologías, a pesar de haber sido sometida a una restauración hace escasamente una década. La exposición continua de la reja a la intemperie es uno de sus principales enemigos, según señaló la jefa de restauración de la Fundación,María Silvestre. "Es complicado mantener en buen estado un metal en el exterior", explicaba la experta, quien agregó que la corrosión galvánica y la oxidación son las principales afecciones que presenta la verja metálica. "La corrosión ha provocado pequeñas fisuras, incluso pérdida de materiales", dijo la restauradora.


En un primer estudio, se ha comprobado que el metal registra exfoliación, así como diversos orificios provocados, probablemente, por disparos durante la Guerra Civil.


María Silvestre señaló que en vista de que la capa de pintura utilizada en la anterior restauración como protección "ha tenido poca durabilidad", la propuesta planteada por la Fundación a la dirección de la obra pasa por la sustitución de esta por resinas sintéticas como inhibidoras del óxido. Pese a ello, sostiene que las actuaciones en elementos sometidos a los agentes atmosféricos "no son eternas; requieren trabajos de conservación y mantenimiento".


La reja de la catedral turolense es especialmente valiosa en su etapa modernista. Su origen se remonta al siglo XV y su emplazamiento primitivo, según consta en documentos antiguos, fue la capilla de la coronación, en el interior del templo. En 1828, la pieza se extrajo y se guardó en almacenes, hasta que en la remodelación de la fachada principal que dirigió en 1910 Pablo Monguió –el principal exponente de la arquitectura modernista turolense– se encargó a Matías Abad su decoración. María Silvestre dice que diferentes estudios apuntan la posibilidad de que el artista de la forja reutilizara algunos elementos de la reja para adaptarlos a su concepción artística. Pero está claro que fue el autor de su ornamentación mediante una variedad de motivos vegetales.

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