Soro aboga por diversificar la actividad del aeropuerto de Teruel
Se llevará a cabo la ampliación de la campa y la instalación de la escuela de pilotos.
El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, resalta la necesidad de diversificar la actividad del aeropuerto de Teruel, actualmente centrada en la planta de mantenimiento y reciclado de aviones de Tarmac, compañía francesa filial de Airbus. Soro, que ha presidido el Consejo Rector del Consorcio del Aeropuerto, se felicita por la próxima implantación de una academia de pilotos de aviación, la británica Flying Time Aviation (FTA), y señala que existen contactos comerciales para la llegada de nuevos operadores.
El consejero calificó de muy positivo el balance de los tres primeros años de actividad del aeropuerto, con unos 150 puestos de trabajo directos generados, la mitad de ellos en Tarmac. José Luis Soro recalca también la importancia del modelo de negocio elegido, que funciona a la perfección. También considera muy positiva la colaboración institucional en torno a este proyecto.
El Consejo Rector ha repasado la marcha del proyecto de ampliación de la campa de estacionamiento, acometida ante la falta de espacio para albergar los 80 aviones actualmente aparcados en el aeropuerto. La nueva zona de aparcamiento estará disponible durante el próximo verano y, con ella, la capacidad total alcanzará las 100 plazas.
También estará operativo antes de terminar el año el segundo hangar del complejo, cuya adjudicación se aprobará en breve. La nave, de 44 por 45 metros y un presupuesto de 784.000 euros, tendrá como uno de sus principales usuarios a la escuela de pilotos FTA.
La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, también miembro del Consejo Rector, señala que la actividad aeroportuaria genera un impacto beneficioso en la economía de la ciudad por partida doble; por un lado con la generación de empleos directos y por otro por el consumo en la hostelería y con los alojamientos de los usuarios del aeropuerto. Buj también confirmó que están sobre la mesa del Consorcio propuestas para desarrollar otras actividades productivas. A su juicio, con estas expectativas y la evolución creciente de la actividad -en 2015 hubo más de 500 operaciones de despegue y aterrizaje- el futuro de esta infraestructura es optimista.
