El Ayuntamiento de Teruel retomará la restauración de la muralla de la capital con una intervención que afectará al tramo comprendido entre la torre de la Bombardera y el torreón del Agua, uno de los más visibles y deteriorados del recinto fortificado. Los trabajos comenzarán después de las fiestas de la Vaquilla para no interferir en la ubicación de las peñas.

Esta actuación estaba proyectada en el año 2002 por la Sociedad Municipal Urban, junto con el resto de la muralla de la ronda Dámaso Torán, pero quedó pendiente por falta de financiación. Ahora, sin embargo, se puede llevar a cabo tras recibir el Ayuntamiento 180.000 euros del programa del 1,5% Cultural que el Ministerio de Fomento destina a la recuperación del patrimonio español.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó ayer el proyecto, después de pasar dos veces por la Comisión Provincial de Patrimonio, por tratarse de un monumento declarado Bien de Interés Cultural, BIC. En la primera de ellas, el citado organismo impuso una serie de prescripciones relativas a la puesta en valor de la antigua canalización del agua del siglo XVI, que discurre por el subsuelo. Este es el último paso antes de tramitar la contratación de la obras.

La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, señaló que la Corporación municipal ha optado por comenzar los trabajos después de la Vaquilla, ya que la zona en la que se va a actuar se utiliza tradicionalmente para la instalación de diversas peñas. "Creemos que la colocación de los andamios y de los materiales de la obra complicaría mucho la situación, y aunque podría estar señalizado, no queremos correr ningún riesgo de accidente", explicaba Buj.

Por otro lado, hay tiempo suficiente para cumplir con los plazos establecidos por el Ministerio de Fomento para la ejecución del proyecto, ya que está previsto que las labores se desarrollen durante unos cuatro meses.

Completar la financiación

El Ayuntamiento completará la aportación del programa del 1,5% Cultural con fondos propios hasta costear la totalidad del proyecto, presupuestado en 259.541 euros. Emma Buj dijo que la financiación externa ha dado un impulso a este proyecto, pendiente por falta de fondos.

El deterioro de este tramo de muralla es bien visible desde la calle, con pérdida de elementos que se han ido desprendiendo a lo largo del tiempo y abundante vegetación que ha invadido el remate de la fortificación y que, según la alcaldesa, va erosionando el paño poniendo en peligro su integridad "si no se actúa".

El proyecto, además de eliminar la maleza, consolidará las dos hojas de la fortificación que todavía se preservan, una interior, de época medieval, y la exterior, carlista. Esta última, del siglo XIX, es, sin embargo, la que peor estado de conservación presenta debido a la fragilidad de los materiales con que fue construida, a base de yeso, ladrillo y madera. La intervención incidirá, asimismo, en la torre de la Bombardera, que se pretende hacer visitable en un futuro.

La alcaldesa señaló que después de estos trabajos, el Ayuntamiento tiene pendiente la tramitación de una modificación del planeamiento de la zona, que permitirá suprimir las expropiaciones previstas inicialmente por un proyecto de soterramiento del tráfico, que finalmente se desestimó por inviable.

Este proceso posibilitará, igualmente, la apertura de una nueva calle en la parte posterior de la muralla, que mejorará urbanísticamente este sector de la ciudad y permitirá que la muralla sea visitable.