El grupo Térvalis, una de las empresas punteras de la provincia de Teruel, iniciará una nueva campaña de investigaciones en una antigua mina de azufre de Libros, abandonada hace más de cincuenta años, para comprobar la viabilidad de su reapertura. La empresa está realmente interesada en su explotación, ya que permitiría extraer materia prima para la fabricación de fertilizantes, su principal actividad, con un importante ahorro de los costes de producción.

La solicitud para continuar un año más con las investigaciones, tras cumplir el plazo de los tres previstos inicialmente, ya ha sido remitida al Departamento de Industria del Gobierno de Aragón y desde el grupo empresarial turolense confían en que la autorización para comenzar los ensayos pueda estar disponible en mayo o junio, fecha ideal para comenzar los trabajos, según señalaba la directora facultativa del proyecto, la ingeniera de minas María José Arcón. A su juicio, las campañas de campo revisten cierta complejidad, lo que aconseja acometerlas en fechas con condiciones climáticas suaves. "Si los permisos no llegan antes de octubre, nos obligaría a volver a solicitar una prórroga", explicaba la ingeniera.

Las investigaciones se llevarán a cabo en una superficie de 12 cuadrículas mineras, equivalentes a 384 hectáreas de terreno, pero se centrarán en áreas no abordadas en la primera fase, que se desarrolló a partir de 2013. María José Arcón señaló que la antigua explotación minera, que supuso un importante revulsivo económico para la zona de Libros y Riodeva a mediados del siglo pasado, permite confirmar la existencia de azufre tanto en estado mineral como en forma de sulfato. Ahora se tendrá que dilucidar si la mina contiene suficientes reservas y si estas reúnen la calidad requerida para su transformación en ácido sulfúrico, un elemento utilizado para la fabricación de fertilizantes que Térvalis se ve obligado a importar en grandes cantidades. "Queremos saber si es viable tanto técnica como económicamente para poder solicitar posteriormente la concesión minera y poder iniciar la explotación", precisaba la ingeniera. Con las pruebas realizadas hasta ahora no se han podido valorar la calidad y cantidad de las reservas.

En cuanto se obtengan los permisos, se iniciarán en primer lugar los sondeos mecánicos, que consistirán en la extracción de muestras de terreno a diferentes profundidades. Permitirán analizar la calidad del azufre. En función de los resultados, se procederá después a las pruebas geofísicas, con las que se pretenden conocer la longitud y la extensión de las capas de mineral.

Los datos del Instituto Geológico Minero de España ponen de relieve que la mina de libros cuenta, al menos, con 700.000 toneladas de azufre, pero la viabilidad de la explotación requiere para Térvalis una cantidad mucho mayor.

La posibilidad de reabrir la mina fue muy bien acogida hace tres años por los vecinos de la zona, sobre todo por el Ayuntamiento de Libros, por suponer un revulsivo económico para el pueblo y la comarca. De hecho, la mina permitió a mediados del siglo pasado la llegada de numerosos trabajadores procedentes de otras provincias, y la localidad llegó a contar con un censo de 2.000 habitantes frente a los 200 actuales. La actividad fue tan importante que se llegó a levantar el barrio de la mina, con la presencia de escuelas, hospital y cuartel de la Guardia Civil.