Las fachadas de la catedral se cubren de andamios para su mayor reforma en 60 años

La portada principal del templo deberá estar terminada antes de Semana Santa.

Los operarios procedían el viernes al montaje de los andamios en la fachada principal.
Los operarios procedían el viernes al montaje de los andamios en la fachada principal.
Jorge Escudero

Las fachadas de la catedral de Teruel permanecen desde la semana pasada ocultas por andamios. Cubrirán un perímetro de 4.500 metros de longitud mientras se prolongan los trabajos de restauración en estos muros exteriores y en el tejado del templo, en la más importante intervención que se lleva a cabo en más de sesenta años, desde que la DirecciónGeneral de Regiones Devastadas realizara una reforma tras la Guerra Civil.


Las obras se afrontan con el reto de terminar la portada principal antes de Semana Santa, con objeto de no interferir en los actos religiosos programados para esos días festivos. Pero también, con la premura de concluir todo el proyecto antes de finalizar septiembre, plazo establecido para justificar la actuación financiada con 1,6 millones por el Fondo de Inversiones de Teruel.


Con objeto de agilizar los trabajos, se han previsto llevar a cabo tres actuaciones de forma paralela que se centrarán en la intervención en la portada principal, en la cubierta orientada a la plaza de la Marquesa con la retirada de tejas y en la realización de catas arqueológicas en siete puntos de las fachadas.


El arquitecto redactor del proyecto, Joaquín Andrés, señaló que los operarios trabajan a un ritmo frenético para poder tener disponible la portada principal en el plazo de un mes, antes de Pascua. La restauración de la reja, uno de los elementos más destacados del edificio religioso y obra modernista de Matías Abad, se dejará para más adelante, ya que, según apuntó Andrés, la intervención tan solo precisa de una pequeña estructura para que puedan acceder los restauradores a toda la pieza de forja.La idea es que este trabajo sea asumido por la Fundación Santa María de Albarracín.

Tratamientos diferenciados

Las catas arqueológicas ofrecerán datos cronológicos sobre los materiales que permitirán diseñar tratamientos concretos para cada una de las fachadas, aunque el arquitecto precisó que el criterio a seguir se basará en una "unidad de actuación".


Las diferentes reformas a que se sometió el templo de origen románico –aunque de esta época apenas se conservan restos– convierten la construcción en un mosaico de diversos materiales, que van desde la mampostería al ladrillo, pasando por los rebocos. Los componentes de la fachada de la torre y los paramentos de la nave central son los más antiguos, mientras que la fábrica de la portada de la plaza del Obispado es del siglo pasado.


Joaquín Andrés señaló que esta zona de la catedral quedó destruida por las bombas durante la Batalla de Teruel, por lo que fue reconstruida a partir de los años cuarenta.


La retirada de las tejas de la cubierta se llevará a cabo en una superficie de 1.500 metros cuadrados de forma manual para, una vez saneadas, proceder a su reutilización. Y en cuanto a la limpieza de las fachadas, se utilizarán diversas técnicas no agresivas, en función de su composición, consistentes en chorros de agua a baja presión que garantizan una mínima afección a los materiales antiguos.


La restauración viene a completar una actuación iniciada en 2008 en el cimborrio y en la cubierta de las naves central y laterales. Desde entonces, el proyecto de reforma de la catedral sufrió un parón por falta de financiación, a pesar del mal estado que presentan las fachadas, lo más visible del templo.

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