Denuncian que la excesiva movilidad de los funcionarios frena la actividad judicial

En uno de los juzgados de instrucción de la capital turolense, solo en los últimos tres meses se han producido tres vacantes y ha desaparecido una plaza de refuerzo.

Trabajadores de uno de los juzgados de instrucción de la capital turolense, ayer.
Trabajadores de uno de los juzgados de instrucción de la capital turolense, ayer.
Jorge Escudero

La excesiva movilidad de los funcionarios que se registra en algunos de los juzgados de la capital turolense afecta a la actividad diaria de estos organismos. Fuentes judiciales afirmaron ayer que los frecuentes cambios de personal están ralentizando el ritmo habitual de trabajo, lo que se traduce en una mayor lentitud de la Justicia.


Solamente en los últimos tres meses, en uno de los juzgados turolenses se han producido tres vacantes de personal, que corresponden a dos plazas de tramitador de las secciones de penal y civil, respectivamente, y a una tercera de letrado de la Administración de Justicia –antiguo secretario–. Además, en este mismo tribunal ha desaparecido un puesto de refuerzo que llevaba funcionando varios meses. "Esta situación es terrible para el trabajo del día a día", indicaron las mismas fuentes judiciales.


Aunque las tres plazas que quedaron libres han sido cubiertas por personal interino, los empleados destacan que los recién llegados necesitan un tiempo para ponerse al día y adquirir formación, un plazo durante el cual el Juzgado no puede ofrecer al ciudadano la agilidad de otros momentos.

Ciudad pequeña

La escasa población –35.000 habitantes– y la falta de buenas comunicaciones –los servicios ferroviarios son muy reducidos– convierten a la capital turolense en un destino poco atractivo para muchos trabajadores. "Teruel ha sido siempre una ciudad de paso para ir a Zaragoza o a Valencia, y eso se aprecia", afirmó la secretaria de la Audiencia Provincial, María Teresa García-Denche. "Suele venir gente joven con la oposición recién aprobada que está un tiempo y después se va a otro lugar más grande", agregó. No obstante, García-Denche subrayó que no siempre ocurre así, pues "hay casos en los que una persona viene para poco tiempo y acaba instalándose de por vida en Teruel". En la Audiencia hay actualmente tres trabajadores interinos.


La escasa oferta de estudios universitarios también frena el asentamiento de funcionarios en Teruel. "Quienes tienen hijos, prefieren instalarse donde existe una Universidad más completa", indicaron desde el Juzgado de Instrucción número tres, en el que también hay un empleado interino.


El titular del Juzgado de Instrucción número uno de Teruel, Juan José Cortés, destacó que la estabilidad de la plantilla es importante para el buen funcionamiento de un órgano judicial. Explicó que en la actualidad su tribunal, pese a contar con 4 interinos, dispone de personal asentado desde hace al menos un año y medio. Recordó, no obstante, que hubo una época inmediatamente anterior en la que los problemas se sucedían a diario por el continuo cambio de trabajadores y la inexperiencia de estos en sus primeras semanas de ejercicio profesional. El magistrado relató que la situación era muy complicada también para los empleados recién llegados, hasta el punto de que algunos solicitaban la baja médica al no poder hacer frente a la carga de trabajo.


"Llegamos a pedir ayuda al Tribunal Superior de Justicia de Aragón porque no podíamos continuar así", manifestó Cortés. "Estábamos colapsados –continuó–. Un Juzgado puede hundirse si el personal no se afianza".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión