El proyecto Lacua, una ambiciosa iniciativa impulsada por los comerciantes de la zona del Jiloca para incentivar el despegue de la comarca a través del aprovechamiento del embalse de Lechago, no se pondrá en marcha sin un informe de rentabilidad previo. El consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, que ayer realizó su primera visita institucional a Calamocha, aclaró que este mismo año se encargará un estudio de viabilidad para aclarar los objetivos y "el camino a seguir". Este análisis económico-financiero, que canalizará el Ayuntamiento de la localidad constituido como órgano gestor del proyecto, se financiará con parte del millón de euros que los fondos FITEde 2015 le asignaron.

Guillén explicó que antes de invertir sería recomendable conocer las posibilidades reales de las actuaciones que se proponen. "El dinero lo hemos de gestionar con seriedad. No podemos aventurarnos con proyectos que no sabemos a dónde van", puntualizó. Lacua plantea dinamizar la comarca con el recurso del agua del pantano de Lechago. Propone la creación de un gran complejo deportivo, turístico e industrial y una inversión pública por fases de 18 millones de euros.

El alcalde de Calamocha, Manuel Rando, añadió, por su parte, que se va a intentar dar prioridad a las iniciativas que generen empleo "a corto plazo, sin obviar, por supuesto, las de más largo plazo". "Esta comarca no puede esperar", subrayó, haciendo alusión a los índices de desempleo que sufre la zona tras el cierre hace una década de varias industrias cárnicas.La recuperación del matadero

Vicente Guillén visitó las instalaciones del matadero de Calamocha, una empresa que, tras diversos avatares, reabrió sus puertas a finales del año pasado con 28 nuevos empleos, con lo que la plantilla asciende a 42 trabajadores. El consejero dijo que el matadero, que ahora se dedica en exclusiva al sacrificio de porcino destinado a la denominación de origen, necesita inversiones para adaptarse a la normativa europea, pero considera que los nuevos gestores "han demostrado iniciativa y posibilidades de futuro".

Después de recorrer la antigua fábrica Jamcal –ahora Vall Companys–, con su enorme secadero con capacidad para un millón de piezas al año y la nave de fileteado, Guillén se mostró partidario de seguir apostando por el sector agroalimentario. Esta industria emplea actualmente a 228 trabajadores y pondrá en marcha un plan de ampliación este mismo año. Para el consejero, las industrias cárnicas siguen siendo pilares estratégicos para la comarca. El alcalde destacó que el sector "necesita una reactivación". "Ya comienza a moverse de nuevo, pero muy lentamente", aclaró.

Una de las grandes actuaciones que promueve en estos momentos el Ayuntamiento y que permitirá crear una treintena de puestos de trabajo es la residencia de ancianos, un viejo proyecto de pisos tutelados paralizado desde 1996. El Consistorio ha redimensionado la actuación con una reducción de plazas –entre 80 y 90 camas– y ha propuesto al Salud la habilitación en la planta baja de un nuevo centro de salud. "Tenemos espacio sobrante y así cubrimos una vieja demanda", dijo.