La fuente del Padre Selleras, habitualmente un escenario solitario en el fondo de un valle, presenta una imagen insólita durante la noche de San Juan, cuando recibe un aluvión de visitantes. Numerosos fieles acuden a este manantial, situado a unos tres kilómetros de Torre los Negros, atraídos por los poderes ‘milagrosos’ que una leyenda atribuye a sus aguas. Es una jornada especial para esta pequeña localidad de apenas cien habitantes emplazada en la comarca del Jiloca, en la frontera con la Cuenca Minera. Las gentes concurren ante la fuente esa noche mágica cumpliendo el rito de lavarse con el agua antes de que salga el sol.

Es la única vez a lo largo del año que los habitantes de Torre los Negros ven tantas personas rondando por su término municipal. El alcalde, Manuel Gambaro, quiere aprovechar el tirón que la fuente tiene entre la gente para acondicionar un pequeño balneario que se nutriría de sus aguas, a las que la tradición confiere propiedades curativas, sobre todo, para enfermedades dermatológicas. Gambaro sostiene que diversos testimonios ponen de manifiesto que el agua de la fuente "ha solucionado problemas de la piel como psoriasis, eczemas, manchas o heridas".

Los más fieles devotos del Padre Selleras organizan novenas, que consisten en lavarse con el agua de la fuente durante nueve días seguidos. Con estos antecedentes, el alcalde cree que este paraje y la leyenda del religioso pueden resultar el último recurso de un pueblo falto de ellos para atraer a turistas. El proyecto del Ayuntamiento de construir dos piscinas cubiertas –una para niños y otra para adultos– a un kilómetro de la localidad ha sido aprobado recientemente por el Fondo de Inversiones de Teruel, FITE, de 2015, por lo que recibirá una partida de cerca de 80.000 euros que permitirá acondicionar un pequeño complejo para facilitar los baños a los usuarios.

Manuel Gambaro confía en que la infraestructura termal pueda dar un nuevo impulso al principal atractivo del municipio, al tiempo que pretende un mejor aprovechamiento de los alojamientos que se han habilitado recientemente: dos viviendas de turismo rural en las antiguas casas de los maestros, y el edificio multiservicios, donde se localizan un apartamento y una habitación. Desde el Ayuntamiento se cree que estas infraestructuras podrían llegar a generar, al menos, un puesto de trabajo en tareas de mantenimiento. Pero para el primer edil lo más importante es que el pueblo se revitalice.

"Queremos que haya más movimiento", apuntaba Gambaro. "Hace más de veinte años que cerró la escuela y ahora solo hay dos niños de la familia que se encarga del multiservicios. La mayoría de la población está compuesta por jubilados", explicaba el alcalde.

El Padre Selleras, que, según la leyenda, hizo brotar agua de una roca tras golpearla con un bastón, puede convertirse ahora en un importante reclamo para su pueblo.