La DGA exige aclaraciones a Alcañiz por el derribo de elementos patrimoniales en el Casco

El Departamento de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón ha enviado en menos de un año dos cartas al Ayuntamiento alcañizano solicitando "aclaraciones" sobre derribos de elementos patrimoniales en el Casco Histórico de las que aún no ha recibido contestación. La última de las reclamaciones se ha producido justo después de conocerse a través del Taller de Arqueología que hace unas semanas se destruyó parte de los restos de un antiguo molino aceitero. Tuvo lugar cuando se llevaban a cabo tareas de limpieza en un solar municipal en el que aparcan coches, junto a la calle Sor María Francisca y el Callizo Salvador. 

Una máquina excavadora tiró unos muros que dejaron sin protección un antiguo molino, que dataría de los siglos XVII o XVIII. También se destruyeron los elementos del mismo que se encontraban en el suelo como pilas circulares.

El primer escrito de DGA se redactó en abril por parte del anterior Ejecutivo autonómico y en él se solicitaba información al Ayuntamiento. Este mismo mes se ha remitido otro documento en el que se recuerda al Consistorio que el Plan General de Ordenación Urbana de Alcañiz incluye la zona del solar del molino aceitero dentro del Área Arqueológica Urbana. Por ello, el Departamento de Patrimonio entiende que dicha actuación, así como "la concesión de licencia de obras y autorizaciones municipales de proyectos a ejecutar en las áreas delimitadas", según recoge literalmente dicho PGOU, debe contar con la preceptiva autorización cultural.

Por su parte, desde el equipo de gobierno municipal aseguran que cuando se modificó hace tres años el PGOU, se catalogaron los elementos de interés patrimonial, por lo que siempre que se realiza un derribo se remiten previamente al documento. Sin embargo, el molino aceitero no figura en las fichas como bien patrimonial a tener en cuenta. Respecto a la falta de respuesta a DGA, afirman que se trata de documentos de los que no tienen conocimiento porque pasan directamente a los servicios técnicos municipales.

En el Bajo Aragón Histórico existen ejemplos de molinos de este tipo más grandes o mejor conservados, por lo que su interés se debe a que es el único que se preserva en Alcañiz. Se han documentado alrededor de 20 prensas en el siglo XVII y una cifra similar en el XIX (un molino puede tener más de una prensa, el de Albalate posee diez). El molino aceitero mejor conservado es el de Jaganta, que está totalmente rehabilitado y se ha convertido en un atractivo turístico de la pedanía de Las Parras de Castellote. También existe una réplica en el Molí de l’Hereu de Ráfales. "En sí no es un hallazgo espectacular, pero su interés se centra en que es el único elemento testimonial de la producción de aceite en la ciudad, que llegó a ser muy importante", puntualiza el arqueólogo alcañizano José Antonio Benavente, miembro del Taller de Arqueología local.

Tras el paso de la excavadora, lo que ahora se conserva del antiguo molino aceitero de Alcañiz es uno de los extremos de la palanca de la viga encastado en una pared (capilla). Se trata de dos piedras de una sola pieza de más de tres metros de altura que se disponen verticalmente. Sobre ellas siempre hay una especie de torreón macizo para soportar la presión de la palanca. Muy cerca, en el suelo, se pueden observar los restos de una balsa circular para depositar aceite que se ha roto. A unos metros en línea recta, hay una perforación para el contrapeso, una pieza de piedra que podría pesar los 2.000 kilos.

El del molino no se trata de un hecho aislado. En el Barrio Alto de Santiago hace unos años unas labores de limpieza destruyeron unas estructuras que, según el historiador Miguel Ángel Motis Dolader, podrían tener relación con la sinagoga de Alcañiz.