La Feria de la Trufa abre sus puertas con la promesa de iniciar los regadíos sociales en 2016

Los truficultores de Sarrión podrán disponer de regadíos sociales a partir de la primavera de 2016. Este fue el compromiso adquirido ayer por el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, en la inauguración de la décimo quinta edición de la Feria de la Trufa, un acontecimiento que logra atraer cada año a miles de personas.

Olona, que mantuvo una reunión con representantes de la Comunidad de Regantes de la zona, señaló que el inicio de las obras está únicamente pendiente de culminar un informe de la Dirección General de Presupuestos que dará el visto buena a una novedoso fórmula financiera. Esta consistirá en el adelantó de la inversión por parte de Tragsa, empresa encargada de llevar a cabo las obras de la canalización de riegos. El consejero dijo que los 157 regantes beneficiados por este proyecto abonarán directamente a Tragsa el 25% del coste total de la actuación, que se cifra en 16 millones de euros. El 75% restantes serán adelantados por la citada empresa, a través de un convenio mediante el cual el Gobierno de Aragón se compromete a devolver la cantidad entre los años 2017 y 2020 con un porcentaje equivalente a 1,4 millones de euros anuales.

El consejero reconoció el gran esfuerzo que va a realizar el Gobierno de Aragón para poner en marcha "un costoso proyecto", que calificó de "excepcional" debido a las limitaciones económicas que padece actualmente el Gobierno de Aragón. "Tengo que decir –explicaba– que no vamos a poder asumir en un futuro otros apoyos presupuestarios de estas características".

Aclaró que si se lleva a cabo el proyecto de los riegos sociales es por el compromiso adquirido hace años con el sector y por "la importancia social y económica que la trufa tiene para la comarca". Hay que tener en cuenta que la provincia de Teruel aporta en torno al 70% de toda la producción mundial de trufa y de esta, el 80% se cultiva en la zona de Sarrión. Joaquín Olona Considera, asimismo, que los regadíos pueden suponer un decisivo impulso a la truficultura con objeto de colocar este producto "en el panorama internacional y que se convierta en un verdadero icono para Aragón".

Los regadíos sociales son una vieja reivindicación de los truficultores de la zona de Sarrión, La Puebla de Valverde, Manzanera y Albentosa que data de hace más de quince años. El presidente de la Comunidad de Regantes, Manuel Doñate, sostiene que la red de canalizaciones garantizará unas producciones estables.

La actuación contempla la puesta en marcha de 849 hectáreas distribuidas en 1.170 parcelas, con un abastecimiento de 900 metros cúbicos de agua por hectárea. Las obras previstas en el proyecto consistirán en el bombeo de agua de tres pozos ya construidos a dos balsas de acumulación, con capacidad para albergar 60.000 y 10.000 metros cúbicos, respectivamente.

Manuel Doñate señaló que la idea de los regantes es que "el agua circule por rotación continua", de manera que permita un riego a la carta, en función de las necesidades de los agricultores.

Un cultivo en auge

La truficultura se ha convertido para la comarca de Sarrión en un importante revulsivo económico. El cultivo de este hongo se encuentra en pleno auge. De hecho, la Asociación de Truficultores aglutina a más de 500 socios y en esta entidad no están representada la totalidad del sector.

El precio de la trufa, que ayer se mantenía en la Feria a 850 euros el kilo, es un aliciente más para los jóvenes agricultores que apuestan por este recurso. Según señalaban los productores, su valor se disparará este año por la escasez del producto. "Se está recolectando muy poca en Francia, uno de los principales consumidores, y en Cataluña y Castilla", explicaba Manuel Doñate. En Teruel, sin embargo, la campaña que acaba de arrancar no se presenta tan desfavorable, por las lluvias registradas en los momentos puntuales.

El alcalde de Sarrión, Jorge Redón, destacaba ayer que el cultivo "ha dado al pueblo expectativas de vida". Y añadió que en torno al sector trufero se está desarrollando "una interesante actividad agroalimentaria".

En la feria participan 41 expositores, que se distribuyen en un recinto de 1.700 metros cuadrados de superficie. Son empresas relacionadas exclusivamente con el mundo de la trufa.