El proyecto otorga visibilidad a un territorio escasamente poblado, montañoso y remoto, con características por extensión, densidad de población y envejecimiento más extremas que Laponia que suponen desventajas naturales y demográficas graves para el desarrollo, que la Unión Europea reconoce y contempla en sus ayudas económicas.

Al término de una reunión, que ha tenido lugar esta tarde en la sede del Vicerrectorado del Campus de Teruel en la que han estado presentes varios investigadores de diferentes disciplinas implicados en el proyecto, Fernando García Vicente, se ha mostrado ilusionado con las posibilidades de desarrollo para la provincia de Teruel, parte de la de Zaragoza, y de otras cuatro comunidades autónomas, que supone este proyecto que pretende canalizar de forma conjunta la riqueza natural de un territorio, el doble de Bélgica en extensión.

El Justicia de Aragón ha entendido la importancia de que los representantes políticos de las comunidades autónomas implicadas se unan para solicitar al Gobierno de España el apoyo económico asociado a las Inversiones Territoriales Integradas, una fórmula que permite agrupar distintos fondos y programas europeos con el fin de conseguir un mayor impacto.

Fernando García Vicente también ha elogiado el trabajo de investigación, difusión e impulso desarrollado hasta el momento por los promotores del Instituto de Desarrollo Rural Serranía Celtibérica y confía que sea reconocido en los presupuestos de la Comunidad autónoma con la dotación económica necesaria para seguir avanzado en el ámbito académico y de investigación, en colaboración con la ya creada Red Universitaria de la Serranía Celtibérica, con el fin de generar modelos de desarrollo rural y también nuevas posibilidades al campus de Teruel.