El 42% de los casos de agua contaminada por nitratos en Aragón fueron en Teruel

Localidades como La Portellada, La Fresneda, Cretas y Bello han tenido problemas en sus captaciones municipales derivados de la actividad agrícola y ganadera.

Desde el pasado 20 de octubre, los vecinos de Bello –en la foto– se abastecen de un grifo instalado en el edificio de la casa del médico que proporciona agua desnitrificada.
Desde el pasado 20 de octubre, los vecinos de Bello –en la foto– se abastecen de un grifo instalado en el edificio de la casa del médico que proporciona agua desnitrificada.
Jorge Escudero

La contaminación del agua de boca por nitratos derivada de la actividad agrícola y ganadera se está convirtiendo en un problema grave en Teruel. La provincia registró en 2014 el 42% de todas las incidencias que se produjeron en Aragón por este motivo. El porcentaje es desproporcionado si se tiene en cuenta el menor peso poblacional y económico del territorio turolense en relación al resto de Aragón.


En concreto, según el informe de la Dirección de Salud Pública del Gobierno aragonés sobre calidad del agua de consumo humano correspondiente al año pasado, de los 50 casos que hubo en Aragón en los que se superaron los niveles máximos permitidos de nitratos –50 miligramos por litro–, 21 correspondieron a la provincia de Teruel. Zaragoza se quedó con 22 –el 44%– y Huesca con 7 –el 14%–.


Poblaciones como La Portellada, La Fresneda y Cretas, en la comarca del Matarraña, han padecido problemas de abastecimiento por contaminación con nitratos. En La Portellada y La Fresneda, la solución llegó con la puesta en marcha de nuevas captaciones de agua. Cretas también registró la pasada primavera niveles que rozaban el máximo permitido.


El último caso ha sido el de Bello, en el Jiloca, donde los vecinos llevan más de 10 días bebiendo agua depurada en una planta desnitrificadora ante los elevados niveles de contaminación que presenta la captación habitual. Al igual que en los municipios del Matarraña, la única solución a la vista es la construcción de una nueva conducción que tomaría el agua de un pozo distinto.Reunión en Zaragoza

Está previsto que mañana se reúnan en Zaragoza el alcalde de Bello, Jaime Barrado, y la directora del Instituto Aragonés del Agua (IAA), Inés Torralba, para estudiar cómo financiar las obras de la nueva captación. El IAA ha solicitado que el proyecto se ejecute con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel (FITE), lo que permitiría iniciar las obras pronto.


Desde el Gobierno aragonés explicaron que, en ocasiones, un caso de elevado nivel de nitratos puede afectar a varios municipios al mismo tiempo si estos comparten la captación de agua. Las mismas fuentes matizaron, no obstante, que las 50 incidencias reflejadas en el informe de Salud Pública se corresponden con análisis que arrojan niveles alterados en un primer momento, pero que pueden no confirmarse en la obligada repetición de la analítica, al deberse a "motivos puntuales".


El alcalde de La Portellada, Alfonso Guardia, apeló a la necesidad de atajar la contaminación del agua sin que ello afecte a la agricultura y la ganadería, actividades de las que vive buena parte de los vecinos de la zona. "Si se eliminase la ganadería, aquí no quedaría nadie", dijo Guardia.


El portavoz del Colectivo Sollavientos –defiende la conservación del paisaje turolense–, Ángel Marco, denunció que la Administración no está abordando en profundidad la contaminación de los acuíferos con nitratos. "Lo único que hace es abrir nuevos pozos, pero más tarde o más temprano el problema llegará a todas partes", afirmó Marco. El ecologista advirtió de que la agricultura y ganadería extensivas están afectando a la vegetación y fauna de los ríos y que la falta de agua de calidad será el gran problema de la humanidad en las épocas venideras.

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