La movilización en protesta por el mal estado de la línea ferroviaria que une Zaragoza, Teruel y Valencia tendrá lugar el próximo 21 de noviembre, probablemente entre las 13.00 y las 14.00 de ese sábado. Así lo decidieron ayer tarde los representantes de las distintas organizaciones en defensa del tren de Teruel, quienes se reunieron en el salón de plenos del Ayuntamiento de la capital para acordar la fecha de esta manifestación.

La marcha, a la que están convocados todos los alcaldes de los municipios de la línea, incluidos los de las tres capitales de provincia, partirá del Ayuntamiento y acabará en la estación de tren, donde los manifestantes abrazarán el edificio de la terminal en un acto de gran simbolismo.

Los convocantes de la protesta quieren aprovechar la celebración en Teruel ese fin de semana de la llamada Fiesta Modernista, en la que se recrea el ambiente urbano de principios del siglo XX. Por ello, se intentará traer a Teruel una antigua máquina de vapor, si bien este y otros detalles han quedado pendientes de aprobación por los distintos grupos de trabajo encargados de organizar la manifestación.

Otro de los acuerdos adoptado ayer fue la redacción de una moción en apoyo a la mejora del tren entre Zaragoza, Teruel y Valencia, que se enviará a todos los ayuntamientos de la línea, un total de 31, para su tramitación y aprobación.

El salón de plenos del Ayuntamiento de Teruel congregó ayer tarde a una treintena de representantes de las distintas organizaciones que protestan por el mal estado de la vía férrea. Entre ellas figuran la Plataforma en Defensa del Ferrocarril, Teruel Existe y la Federación de Asociaciones de Vecinos. Se sumaron a la reunión partidos políticos y alcaldes de la provincia, como el de Escucha, Javier Carbó, y el de la capital, Manuel Blasco.

El encuentro sirvió para revisar la situación de la infraestructura ferroviaria entre Zaragoza y Valencia a través de Teruel. Como explicó Pablo Justo, portavoz de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Teruel, la línea está llena de limitaciones de velocidad debido al mal estado de los terraplenes y necesita inversiones para su mejora. Justo advirtió de la necesidad de que la vía registre más de 300 trenes al mes, pues en caso contrario corre peligro de desaparición. En la actualidad, utilizan la infraestructura entre 280 y 290 convoyes al mes y rara vez la cifra supera los 300.

Por su parte, Ramón Perales, de Teruel Existe, destacó que solo una mejora de los horarios y la aplicación de ofertas a los billetes de los viajeros hará aumentar el número de pasajeros. Miguel Ángel Fortea, de este mismo movimiento ciudadano, recalcó las condiciones "deficitarias" de la vía y reclamó actuaciones "urgentes" que permitan mantener activa la línea hasta la posible llegada de subvenciones europeas que la transformen en una infraestructura de altas prestaciones.