Carreras con pollos como trofeo
Un lechón es perseguido por los jóvenes en una era de Monroyo tras la carrera de pollastres.
La tradicional carrera de pollastres tuvo lugar el lunes en una era cercana al pabellón municipal de Monroyo. Se disputaron hasta cinco carreras con categorías de distinta edad, y el ganador de cada una de ellas obtuvo un pollo como premio. Después, se soltaron dos lechones, un par de conejos y otros dos pollos tras los que corrieron decenas de jóvenes de la localidad, pero solo los más hábiles consiguieron alcanzarlos y llevarse a casa un original trofeo.
Se trata de una actividad organizada por la comisión de fiestas en la que no existe un reglamento oficial. Aunque estas competiciones se celebraban desde hace más de siete décadas se habían perdido, y fue tan solo hace unos años cuando se recuperaron las Corregudes del pollastre -corridas del pollo, en catalán- o más tradicionalmente conocidas en el pueblo como Corregudes de la joia. Antiguamente, se disputaban en un campo de rastrojos tras la siega, y los mozos corrían descalzos hasta cuatro kilómetros de distancia para hacerse con el pollo. Se trata de un animal que solo se comía durante las fiestas.
Otro de los actos más destacados tuvo lugar el sábado, cuando se enterraron en una "caja del tiempo" fotos y objetos personales que se recuperarán dentro de 40 o 50 años.
Tras cuatro días repletos de actos finalizan las fiestas mayores de la localidad. A medio día se celebrará una misa dedicada a los matrimonios, y por la tarde tendrá lugar la plega de quintos, un campeonato de morra y un concierto de música aragonesa. A medianoche, habrá concurso de disfraces.
