Un radar de la A-23 en Teruel, entre los que más sancionan con casi 70 multas diarias

Ubicado entre los municipios de La Puebla de Valverde y Sarrión en la A-23 se encuentra el radar de Aragón que más conductores ha delatado por sobrepasar el límite de velocidad. Hasta 25.329 denuncias emitió solo el año pasado, lo que le coloca como el séptimo control que más multas impone de toda España, según los datos recogidos por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), organización que cada año se encarga de denunciar los puntos negros del tráfico en las carreteras así como de estudiar los radares que más multas colocan a lo largo y ancho del trazado nacional.

Este radar fijo se encuentra en concreto en el kilómetro 88,6 en sentido Sagunto de la autovía mudéjar, un tramo donde se permite circular a 120 kilómetros por hora, y que de hecho comparte patrón con la mayoría de radares que copan el ranking de los 25 que más denuncias impulsaron el año pasado. De todos ellos, apenas uno -el de la N-634 de A Coruña- se encuentra en una carretera convencional.

Aunque desde febrero de este año la DGT ha impulsado medidas para dar más publicidad a los radares -tanto fijos como móviles- que hay en las carreteras, desde la asociación de conductores se lamenta que sean precisamente los radares situados muchas veces en vías consideradas seguras los que más denuncias promuevan.

“Obviamente nosotros no estamos en contra de los radares, pero consideramos que el buen funcionamiento de un radar se consigue cuando este cada vez genera menos denuncias por exceso de velocidad y no por su capacidad para poner multas”, explica el presidente de AEA, Mario Arnaldo, quien señala que se debería priorizar aún más el colocar radares disuasorios en los considerados puntos negros de las vías.

De hecho, y según sus informes sobre puntos con mayor índice de siniestralidad, solo tres de los once llamados 'puntos negros' que hay en Aragón cuentan a día de hoy con radares. Y todo ello a pesar de que la red de controles de la DGT se ha extendido considerablemente durante los últimos años, hasta contar con 139 radares entre fijos y móviles en la red de carreteras aragonesas, aumentando además su número en vías como la fatídica N-232, donde en la actualidad se encuentran hasta 9 radares en su paso por la provincia de Zaragoza.El año pasado la recaudación volvió a superar los 8 millones de euros

Tras años en los que la reducción del tráfico por la crisis había hecho descender la recaudación en multas por radares en la DGT, el año pasado el montante de todas las sanciones impuestas volvió a crecer en la Comunidad hasta sumar los 8,2 millones de euros.

Aunque Zaragoza es la provincia que más controles alberga (con 51) sus 2,8 millones recaudados fueron superados el año pasado por los controles ubicados en Teruel, que en total impusieron sanciones por valor de 2,9 millones de euros, algo más que Huesca, donde en total se recaudaron 2,4 millones el año pasado.

Esta tendencia no obstante es variable en función de la colocación de los radares móviles y las campañas que Tráfico impulsa durante el verano para reforzar la seguridad en los tramos más conflictivos. Sin ir más lejos, a comienzos de este mes la DGT notificó la ubicación de 1.500 tramos de carreteras secundarias en los que intensificará la vigilancia de la velocidad con radares móviles por su especial peligrosidad.

En concreto, en las carreteras de Aragón se anunciaron un total de 89 tramos de carreteras en las tres provincias aragoneses, de los que 29 están en Huesca, 30 en Teruel y otros tantos en Zaragoza.

Estos tramos de vías interurbanas han sido identificados en función del número y gravedad de accidentes que se habían producido en los últimos años y por la velocidad media detectada.

Su ubicación se hizo pública a comienzos de mes a través de su página web para general conocimiento de los conductores de forma que cuando transiten por ellos extremen las medidas de precaución y sobre todo cumplan con los límites de velocidad establecidos en cada uno de ellos.