La residencia municipal de ancianos de Nogueruelas no cumple con la normativa. Así lo especifica un informe del Justicia de Aragón, remitido al Gobierno autonómico, tras visitar el centro turolense el 18 de noviembre de 2014 y observar varias deficiencias en materia de seguridad contra incendios, planes de evacuación y barreras arquitectónicas.

La residencia, propiedad del Ayuntamiento de Nogueruelas, permanece abierta aunque todavía no ha acometido ninguna actuación para solucionar las deficiencias del edificio. Su alcalde, Marcos Benaje, asegura que los problemas existen desde su construcción (en 1996) y que "están en proceso de solucionarse". 

En concreto, el Justicia denunciaba que aunque el centro cuenta con una salida de incendios, esta solo sirve a la primera planta, y su rampa de salida a la calle presenta una “excesiva pendiente, aun para personas sin dificultades de movilidad”. A estas limitaciones se suma que dicha rampa es de metal y “especialmente en invierno, propiciaría los accidentes por deslizamiento”. Además, se especifica que el centro no cuenta con una salida de emergencia desde la segunda planta, “salvo por escalera interior y por ascensor. Y -tal y como dice el escrito- no puede olvidarse que en esta planta se localiza la Enfermería”.

Ante esta situación, el Justicia recomendaba "revisar" el Plan de Evacuación y de señalización del centro porque en caso de incendio y “si llegase a efecto la ampliación de la residencia para uso mixto (válidos y asistidos)” el plan no se adecuaría a la normativa. 

Tras remitir estas negligencias a la DGA, esta institución contestó a la solicitud del Justicia con otro informe. En él no solo ratificaba las deficiencias materiales del edificio (de las que la residencia ya estaba al tanto) sino que criticaban la falta de atención por parte del Ayuntamiento de Nogueruelas a sus requerimientos. De hecho, todavía hoy el centro sigue sin acometer las medidas necesarias.

El departamento de Servicio Provincial del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia de Teruel ha visitado el centro en varias ocasiones. Una de ellas fue en abril de 2013 y se constató la “existencia de residentes que precisan apoyos especiales para las actividades de la vida diaria, utilización de andadores y necesidad de cuidados”. Al ser una residencia solo para personas válidas, con autonomía, la DGA levantó un acta de inspección negativa en la que solicitaba “una valoración médica de los usuarios que acredite que son válidos; en otro caso deberán buscar otro alojamiento alternativo”.

Además, la administración autonómica también pidió “la presentación de un plan de evacuación actualizado si lo hay, dado que el obrante es de fecha 20-06-1996 sin autor ni firma, siendo recomendable su revisión”.

En junio de 2014 la DGA levantó otra acta que terminó con un expediente sancionador. El motivo: “El incumplimiento de los requerimientos realizados en las dos últimas visitas de inspección y la no presentación de la documentación requerida”. En el momento de la inspección se pudo constatar que la residencia disponía de 17 plazas ocupadas de las 24 con las que cuenta el centro. Pero, el informe destapó que residía un usuario en silla de ruedas, dos con andador y la mayoría con bastón, y que en total había seis usuarios que necesitan ayuda por no valerse de forma autónoma, según detalla el escrito. 

Así, frente a los reiterados incumplimientos por parte del Ayuntamiento de Nogueruelas, la DGA ha informado en un informe al Justicia de que se está llevando a cabo un seguimiento para comprobar que se mejoran las condiciones materiales del edificio. 

Atención a los mayores

La institución del Justicia de Aragón visita todos los años residencias de ancianos con el fin de asegurar una buena atención para las personas mayores. El año pasado, la institución aragonesa visitó más de 20 centros de las tres provincias de Aragón.

Rosa Casado, fiscal y asesora de Personas de Mayores del Justicia de Aragón, asegura que "desde 1998 hasta la actualidad se han tramitado un total de 470 sugerencias en esta materia". 

Una de las que visitó Casado en 2002 fue la residencia Santa Fe de Zaragoza en la que la noche del pasado sábado fallecieron ocho internos a consecuencia de un incendio.  Por todo ello, Casado apunta a que la vigilancia de la institución del Justicia es vital para determinar posibles negligencias, como el caso de la residencia de Nogueruelas.