Las fiestas, una inyección de optimismo para Teruel

Los hosteleros confían en mejorar los resultados de 2015 con el buen tiempo y el repunte económico.

La peña 'Nos an soltao' encargada de poner este año el pañuelico al Torico.
La peña 'Nos an soltao' encargada de poner este año el pañuelico al Torico.
A.García /BykoFoto

Los toros de soga, la tradición festiva más singular de Teruel, entrarán por la puerta grande en las fiestas del Ángel de 2015, que empiezan hoy y que se prolongarán hasta el 13 de julio. La Soga y Baga, la asociación que, tradicionalmente, se responsabiliza de manejar la cuerda atada a la testuz de las reses que recorren el centro de la ciudad para evitar cogidas, será la encargada de leer el pregón que abrirá, oficialmente, el programa festivo. La iglesia de San Pedro será el marco del acto más institucional de la extensa programación, que comprende 81 citas para todas las edades y que se extenderá por distintos barrios.


La primera semana festiva, conocida como de Ferias, tendrá en las actuaciones musicales, los juegos infantiles y los actos culturales y deportivos el grueso de la programación, pero habrá que esperar hasta el 11 de julio para el estallido festivo, cuando empiecen los tres días más intensos del año para miles de turolenses y visitantes. Será la hora de La Vaquilla, cuando la ciudad se llenará de verbenas, charangas que recorrerán las calles y se celebrará el festejo de los toros ensogados, que da sentido a la fiesta.


El cantante catalán Macaco, que actúa a las 23.45 de esta noche en el ferial del Palacio de Exposiciones, es la estrella de la programación musical. El popular cantante, que pasa por la coctelera distintos estilos musicales y ritmos procedentes de diversos países, estará acompañado en el programa oficial del triunfito David Bustamante, que actuará mañana en el mismo escenario y con idéntico horario.


Los hoteles confían en colgar el cartel de completo en la ciudad el sábado de La Vaquila –el día 11–, aunque, como explicó el hostelero Fernando Cánovas, "las habitaciones todavía no están llenas". Cánovas reconoció que con el buen tiempo que auguran los meteorólogos y el repunte del consumo no habrá problema para saturar la oferta de alojamientos de la ciudad. "Será mejor año que 2014, que fue un poco flojo", remachó.


Cánovas apuntó, como principal lunar en el discurrir de la fiesta, a la creciente práctica del botellón en calles, parques y estacionamientos. Afirmó que esta costumbre juvenil "perjudica mucho" a la hostelería de la ciudad y agrava el problema de suciedad. Se mostró esperanzado en que la suavización de la crisis incremente el gasto en las barras, restaurantes y hoteles en detrimento del botellón.


La colaboración del tejido asociativo ha sido decisiva para confeccionar el programa sin grandes alardes presupuestarios. En total, las arcas municipales destinarán 230.000 euros a las fiestas. Del centenar de actos previstos, 32 son aportaciones desinteresadas de asociacones y patrocinadores privados.


Los festejos llegan este año en pleno proceso de renovación del Ayuntamiento tras las elecciones del pasado mes de mayo. Con el organigrama municipal a medio cocer, el alcalde, Manuel Blasco, tuvo que nombrar a toda prisa al delegado de Festejos, cargo que recayó en Javier Domingo, que repite como edil pero que se estrena en la competencia festiva. A pesar de su inexperiencia, se mostró "tranquilo" con la preparación del programa gracias al trabajo previo. Domingo aclaró que su principal preocupación es "que la gente disfrute de la fiesta". El concejal añadió que el criterio seguido al confeccionar el programa es que "llegue a todos los barrios y a todas las edades".


Las peñas ya funcionaron ayer a pleno rendimiento para ultimar los preparativos de la fiesta. El trabajo se centró en repartir entre los socios los escudos identificativos del año 2015, los vales de comida, las pulseras para disfrutar de precios rebajados en las barras peñistas y algún obsequio sorpresa. Uno de los encargados de atender a los socios de ‘Nos an soltao’ constató una afluencia muy notable de peñistas en busca de los justificantes que garantizan la intendencia durante La Vaquilla. "La gente tiene hambre de fiesta", advirtió.


Una turolense, Silvia Sáez, explicó que pertenece a una peña porque "se disfruta más de fiesta, que así se vive desde dentro". A su juicio, las peñas son esenciales porque "sin ellas no existiría La Vaquilla". Además, reconoció que el precio "sale más barato" que yendo por libre.

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