El derribo por orden judicial del elevador con el que dos hermanas discapacitadas acceden a su vivienda de Teruel no se ha llevado a cabo este unes tal y como estaba previsto, después de que la empresa encargada se negara a hacerlo.

El derribo, previsto a partir de las 08,00 de la mañana de este lunes, no se ha realizado ante el "panorama" que se han encontrado los responsables de la empresa encargada al llegar a la vivienda, según ha explicado una de las hermanas afectadas, Miriam Escuín.

Según la versión de la familia que vive en la casa, la empresa tenía el encargo de derribar la construcción de ladrillos adosada a la vivienda unifamiliar que alberga el ascensor, pero estaba todavía instalado todo el sistema mecánico.

"Lo que han encontrado cuando han llegado no se correspondía con el encargo que tenían", ha explicado Miriam Escuín, quien ha calificado la paralización como "un milagro, algo inesperado".

El derribo les fue comunicado hace cuatro días, en cumplimiento de una sentencia judicial que daba la razón a los vecinos del inmueble contiguo, que denunciaban que se había construido sin contar con todos los permisos.

El litigio por esta obra entre ambas partes se ha alargado en el tiempo pero finalmente la orden de derribo es el último paso, aunque la familia afectada alega que es la única posibilidad de acceder a su vivienda.

Ante el anuncio del derribo, los padres de las hermanas discapacitadas con los que comparten la vivienda habían dispuesto un somier y los enseres imprescindibles en el garaje de la vivienda, que será el único lugar accesible en ausencia del elevador.

Ahora están a la espera de recibir una nueva comunicación del juzgado, según ha añadido Miriam Escuín. Sobre si se trasladarán de vivienda ha dicho: "Cuando lo derriben tendremos que vivir en la cochera, porque si nos quedamos arriba no podremos salir si hay un incendio o cualquier cosa".