La plaza de los Amantes dio la bienvenida a los Magos en Teruel

Una veintena de carrozas, grupos de teatro y más de 500 personas participaron en una ilusionante caravana repleta de regalos.

Los Reyes Magos de Oriente llegaron a la plaza Amantes, recientemente restaurada, rodeados de cientos de niños.
La plaza de los Amantes dio la bienvenida a los Magos en Teruel
Jorge Escudero

Una de las cabalgatas más multitudinarias de la historia de Teruel recorrió ayer las principales calles del Centro Histórico y de los barrios del Ensanche y de San León para repartir los regalos entre los niños.


Una veintena de carrozas y quinientas personas participaron en la caravana de la ilusión, que este año contó con grupos de animación pertenecientes a diferentes asociaciones culturales de la ciudad.


Deshollinadores al más puro estilo de la película de Mary Poppins, malabaristas lanzando sus mazos al aire y muchos payasos hicieron las delicias del público infantil, que, como ya es tradicional, se apuraban para recoger algunos de los cerca de 1.800 kilos de caramelos y piruletas, así como 15.000 juguetes que los Reyes Magos y su comparsa lanzaban desde las carrozas.


El día más especial del año para los pequeños de la casa se inició por la tarde, en la emblemática Plaza de los Amantes, recientemente estrenada su nueva imagen. El alcalde, Manuel Blasco, y la concejala de Fiestas, Rocío Casino, recibieron a sus Majestades al pie de la escalinata que preside este espacio urbano, a su lado, decenas de niños se agolpaban para ver a sus Reyes preferidos. "Yo quiero besar a Baltasar", decía una niña de grandes ojos azules. "Es mi rey preferido", añadía. Su deseo, no obstante, no pudo ser cumplido al completo. Este año, los Magos de Oriente daban palmadas y estrechaban manos, pero nada de ósculos. Melchor repartía caricias y preguntaba a algún pequeño: "¿Seguro que te has portado bien?".


La noche más larga


La recepción de los Magos en la plaza de los Amantes fue solo el preludio de la noche más larga del año para los niños turolenses. Poco después de las seis de la tarde, con un cierto retraso según el horario previsto, los Reyes salieron de las pistas de atletismo de la zona universitaria. Una gigantesca estrella presidía la caravana, seguida de las más variopintas carrozas. El vehículo que capitaneaba un barbudo Neptuno abría el multitudinario séquito, pero no faltaron el barco pirata, una réplica de un mamut como figura alegórica del yacimientos paleontológico del barrio pedáneo de Concud o la Casa de Andalucía, que mostraba sus tradiciones a través de una típica carreta rociera.


Los villancicos, algunos a ritmo de swing, acompañaron a la comitiva durante todo el recorrido, melodía que también se pudieron escuchar en Alcañiz, en donde desfiló una cabalgata con la colaboración de más de 200 personas.


En Alcañiz, una vez llegaron a la Plaza de España y de descender de sus carrozas, Melchor, Gaspar y Baltasar, subieron por una pasarela hasta el escenario colocado frente a la Casa Consistorial. Allí fueron recibidos por las autoridades. Tras unas palabras del alcalde, Juan Carlos Gracia Suso, la niña Carlota Esteban habló en nombre de todos los pequeños alcañizanos. Por último, tomó la palabra el rey Melchor, quien pidió a los pequeños que sean solidarios. Posteriormente, los Reyes procedieron a la adoración del Niño Jesús y se volvieron a subir al escenario para que los pequeños pasaran a saludarles.