Los agricultores de La Codoñera se marcan un 'Full Monty' rural

Una docena de vecinos de La Codoñera se han desnudado para promocionar el aceite de oliva del Bajo Aragón en un calendario.

Los agricultores de La Codoñera se marcan un 'Full Monty' rural
Los agricultores de La Codoñera se marcan un 'Full Monty' rural
Jesús Pallarés

Un grupo de agricultores de la localidad turolense de La Codoñera se ha desnudado, por segunda vez, para promocionar el aceite de oliva bajoaragonés a través de un calendario que está agotando existencias.


Ya se rasgaron las vestiduras en el 2005 y, una década después, vuelven a la carga con doce nuevas escenas de su 'Full Monty' en versión olivarera. Y sin Photoshop, al natural.


Dicen que sus cuerpos han cambiado “ligeramente” desde la década pasada, pero los protagonistas y los problemas de la agricultura “siguen siendo los mismos”.


O casi, porque a los modelos reincidentes de entre 50 y 60 años -que no descartan repetir-, se han unido Álvaro Cros y Germán Celma, dos veinteañeros que ilustran el mes de diciembre sin frío ni pudor.


El ideólogo de esta acción de “marketing de guerrilla” es Jesús Pallarés, un fotógrafo aficionado de la localidad.


Tuvo la idea hace diez años y tras agotar todas las existencias y ser noticia en numerosos medios de comunicación locales y nacionales, este año ha vuelto a coger su cámara de fotos para inmortalizar a este grupo de valientes de la Cooperativa del Mezquín mientras realizan labores típicas de la tierra.


“Pertenecemos a una cooperativa pequeña y como las subvenciones que nos llegan cada vez son menores y no tenemos dinero para hacer grandes campañas de publicidad, pensé en hacer algo para promocionar nuestro aceite”, explica Pallarés, quien asegura que convencer a los hombres fue más fácil de lo pensaba.


“Este año, como novedad, nos ha faltado incorporar alguna mujer, pero no ha habido manera. A ver si lo conseguimos en el futuro”, indica el fotógrafo.


El calendario se vende por cinco euros bajo el nombre ‘Descubra la olivarera 10 años después’, y es una versión a todo color y “mejorada” de aquel almanaque en el valle del Mezquín que ya sorprendió la década pasada. Entonces, en blanco y negro, pero con la misma intención.


Cada uno de los 13 protagonistas ocupa un mes del año, posando desnudo mientras realiza alguna actividad del campo.


Eso sí, ocultando de manera estratégica algunas partes de su cuerpo con las herramientas del campo o incluso con las ramas de algún olivo centenario.“Así es como nos sentimos delante de las administraciones, desnudos”.


Enrique Pallarés, además de tener olivos, también es pastor. Tiene 49 años y con su zurrón y sus ovejas, ilustra el mes de abril. Aunque la última vez posó para septiembre.


Asegura que no sintió vergüenza a la hora de despojarse de su ropa, porque fue una cosa entre amigos, y se muestra orgulloso de aparecer en el calendario “sin un retoque ni medio”.


“En realidad, así es como nos sentimos delante de las administraciones, desnudos, porque cada vez se valora menos nuestro trabajo”, argumenta el ganadero.


“Con esto no pretendemos ganar dinero, porque los vendemos a precio de coste. Simplemente queremos defender nuestras raíces y promocionar nuestro aceite”, continúa.


Hace diez años, el precio del litro de aceite en el mercado era de cuatro euros y los agricultores lamentan que dos lustros después, el mismo se sitúe solo en 3,20 euros.


“Siempre vamos a la baja, por eso, hay que dar algún toque de atención de vez en cuando para que no se olviden de la importancia del medio rural”, defienden.


Les escuchen o no, estos trece intrépidos vecinos de La Codoñera, que no descartan repetir, ya han vuelto a causar furor. Algunas de las fotos del calendario se pueden ver aquí.