El coto del Maestrazgo ya suma 17.000 pases de recogida de setas frente a los 7.000 de todo 2013

El acontamiento ha permitido crear 19 empleos durante dos meses para labores de vigilancia e información.
Cantavieja y La Iglesuela del Cid son las localidades más visitadas por su cercanía a Valencia

La avalancha de buscadores de setas que acuden al Maestrazgo para aprovechar la excelente campaña micológica –en muchos casos empujados por la crisis– ha disparado el número de pases expedidos por el coto micológico de la Comarca del Maestrazgo, que ha pasado de los 7.000 tiques distribuidos en todo 2013 a los 17.000 acumulados en 2014, una cifra que todavía crecerá hasta el final del otoño. 


La afluencia de recolectores generará en torno a 100.000 euros de ingresos para la Comarca, que destinará la mayor parte de este importe a pagar a los 19 trabajadores contratados para realizar labores de control. También costeará actuaciones de conservación del bosque como la instalación de paneles informativos.


El presidente de la Comarca del Maestrazgo, Arturo Martín, admitió que la diferencia de público entre 2013 y 2014 ha sido "impresionante". La achacó a la mayor producción de hongos y al alargamiento de la campaña porque, mientras el año pasado duró 20 días, en este otoño se prolonga durante dos meses. Los pases, a 5 euros el día, pueden adquirirse en los establecimientos hosteleros colaboradores y en la sede comarcal.


Las localidades más visitadas son Cantavieja y La Iglesuela del Cid, fundamentalmente por su proximidad a la Comunidad Valenciana, la principal procedencia de los recolectores.


El presidente comarcal explicó que el estado del monte tras la campaña mejorará mucho este año respecto a los anteriores al coto micológico, creado hace cuatro años pero que solo registró actividad en 2013 por falta de cosecha en 2011 y 2012. Los encargados de la vigilancia se dedican ahora que la producción decae a rastrear el bosque para retirar la basura que han dejado los recolectores. 


Martín se mostró convencido de que el monte quedará en "mucho mejor estado" con el coto. El presidente comarcal señaló que los vecinos de la zona y también los recolectores foráneos aceptan la obligación de pagar un pase con la contrapartida de generar empleo en la zona y de mejorar el cuidado del bosque. "El coto no se creó pasa sacar dinero, sino para rentabilizar socialmente este recurso y conservar el monte", señaló.


También la vecina Mosqueruela, que registró hace unas semanas una avalancha de buscadores de setas con fines comerciales, ha triplicado el número de pases expedidos por el coto micológico local respecto a 2013, con jornadas punta de hasta 600 pases. La alcaldesa, Isabel Gil, aclaró que el número de tiques está muy por debajo de la cifra real de buscadores que se dispersan por el monte, con un pico de más de 3.000 en un solo día.